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WASHINGTON, EU.- El precandidato presidencial demócrata John Kerry recibió ayer el apoyo de la mayor organización sindical de Estados Unidos, AFL-CIO, lo que podría ayudarlo a ampliar la ventaja que mantiene sobre su rival, el senador John Edwards.
“Hoy sabemos que ha llegado el momento de unirse detrás de un hombre, un líder, un candidato”, dijo John Sweeney, presidente del AFL-CIO, que agrupa 64 sindicatos. “A lo largo de su distinguida carrera política, John Kerry ha sido un amigo de las familias trabajadoras”.
Fuera del edificio de la AFL-CIO, a dos cuadras de la Casa Blanca y debajo de un gran letrero que decía “Estados Unidos necesita buenos empleos”, Kerry prometió luchar por las familias obreras y ridiculizó la “matemática imprecisa” del presidente George W. Bush en cuestiones laborales. Kerry dijo que cada año Bush ha prometido la creación de empleos y que, por el contrario, ha perdido puestos de trabajo.
La economía ha visto desaparecer unos tres millones de empleos en el sector privado desde que el Presidente asumió el poder. Pero ahora resulta que Bush “no está a cargo de los números”, agregó.
Asesores de la Casa Blanca se distanciaron de sus propios pronósticos de que para fines de este año habría 2.6 millones de nuevos empleos.
“Bueno, damas y caballeros, no hace falta mucha matemática para contar hasta cero”, dijo Kerry. “No estamos pidiendo a George W. Bush que cuente los empleos, le estamos pidiendo a George W. Bush que cree empleos y luche por la gente trabajadora”.
La pérdida de empleos en Estados Unidos ante competidores extranjeros se ha convertido en objetivo central del desafío a Bush en la carrera por la candidatura presidencial demócrata. El tema es un tópico importante en estados como Ohio, Nueva York y Georgia, que se encuentran entre los diez que celebrarán primarias partidistas el dos de marzo.
Kerry ha ganado 15 de las 17 elecciones primarias hasta ahora y parece ser el líder de la contienda, en cuanto a fondos e ímpetu. El senador de Massachusetts tiene grandes probabilidades de convertirse en el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos a pesar de la sorpresa que dio Edwards el miércoles al obtener el segundo lugar en las primarias de Wisconsin.
