El Amole fue el escenario de un sangriento homicidio del que se ignoran el autor y las causas que lo motivaron
Un nuevo crimen estremece a Durango: se trata del homicidio de quien en vida llevó el nombre de Román Quiñones Araiza, de 36 años de edad y quien fue ultimado de ocho impactos de bala por sujetos de los que aún se desconoce su identidad, según datos aportados por elementos de la Policía Ministerial del estado.
Sin conocerse aún los motivos o las identidades de los agresores, agentes de la Ministerial destacamentados en El Salto, Pueblo Nuevo, iniciaron las investigaciones sobre el homicidio de Quiñones Araiza, quien presenta huellas de ocho disparos, principalmente en abdomen y tórax.
El ahora occiso había estado ingiriendo bebidas embriagantes por varias horas con su primo y un amigo, quienes en sus declaraciones iniciales dijeron que se retiraron del lugar donde libaban, pero dejaron bien y con vida a su contertulio.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo pasado en el poblado El Amole, luego de que el hoy occiso departía con Nicolás Murga Siqueiros, de 20 años, alias ?El Nico?, y Bartolo Rivera Quiñones, apodado ?El Gato?, este último con domicilio en el poblado La Laguna, anexo a la población mencionada.
Acorde con las investigaciones donde los acompañantes aportaron sus testimonios, ambos señalaron que le expresaron a Román su deseo de retirarse a sus hogares, dejándolo solo, y fue hasta el día siguiente cuando se enteraron de que lo habían matado a balazos.
Fue un primo del finado, Rodrigo Rivera Quiñones, de 48 años, la persona que lo encontró el domingo por la mañana, en el paraje del autobús, cuando éste iba a trabajar a una parcela de su propiedad. En medio de un charco de sangre su familiar descubrió el cadáver; tenía ocho impactos de bala, principalmente en la región abdominal y en el pecho, todas mortales por necesidad.
La familia de Román señaló que desconoce si tenía problemas o deudas con alguno de los pobladores, al grado de que decidieran privarlo de la vida.
De momento, los elementos de la Ministerial se encuentran sin pistas, aunque dieron a conocer que se hará un rastreo entre los habitantes de la mencionada comunidad en donde Román perdió la vida, para tratar de determinar si alguno de sus familiares, amigos o conocidos sabe algo de los antecedentes o actividades en que se desempeñaba el ahora occiso y los cuales podrían llevar a identificar al o los posibles homicidas.
GAVILLEROS
Crímenes impunes
Los elementos de la Policía Ministerial se han visto incapaces de aclarar la mayor parte de los crímenes violentos que han ocurrido en los últimos meses, especialmente en la zona rural, en donde han sido acribillados varios duranguense con armas de grueso calibre.
En su momento, los agentes del Ministerio Público encargados de las investigaciones se concretan a decir que los homicidios son el resultado de rencillas familiares, pero no se procede a tratar de localizar a los presuntos responsables, a pesar de que se presume de quién puede tratarse por contar con la ubicación de las personas con las cuales los occisos tenían diferencias.
Otros crímenes se atribuyen a asuntos del narcotráfico o ajustes de cuentas, como el ocurrido el pasado fin de semana en que un matrimonio fue masacrado con ráfagas de ?cuernos de chivo? y del cual los investigadores no tienen la menor pista que pueda llevar a su esclarecimiento y captura de los responsables.