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Recibe Saramago condecoración de la UNAM

11 de febrero de 2004.

México, (Notimex).- Al recibir la medalla "Isidro Favela" que le otorgó la Facultad de Derecho de la UNAM, el Premio Nobel de Literatura 1998 José Saramago se pronunció por recuperar la justicia y la ley, elementos que deben ser "leit motiv" de la vida diaria.

Luego de recibir el reconocimiento de manos del director de esa institución, Fernando Serrano Migallón, el escritor portugués señaló que la opinión pública debe asumir su compromiso para hacer valer su voz por la democracia y los derechos humanos.

En el Aula Magna de la Facultad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que los derechos humanos no pueden existir sin democracia y esta no se entiende sin los primeros.

El escritor que vive actualmente en la isla de Lanzarote, España, contó una breve historia ocurrida en un pueblo de Florencia en el siglo XVI para hablar de la justicia, el derecho, la ley, de lo que pasó a los derechos humanos y la democracia.

Tras la narración, el escritor dijo: "Yo diría que así como Dios tiene en la religión su teología, el derecho es la teología de la ley. La ley puede ser que no sea buena, sin embargo donde hay ley habrá derecho".

Sin embargo, continuó, "además de tener ley y derecho debe haber otro miembro de esa santísima trinidad que se llama justicia".

El autor de "Los cuadernos de Lanzarote" y de "Ensayos sobre la Lucidez", que aparecerá en breve en España y en México, enfatizó que tal vez no se pueda pedirle mucho a la ley y al derecho, pero a la justicia hay que pedirle todo.

"Se discute poco la justicia como también se discute poco la democracia; somos víctimas y cómplices al mismo tiempo, se nos dice que la forma en que vivimos es lo menos malo, que no nos preocupemos en buscar algo mejor", lo que es la contradicción entre democracia y justicia.

"Como lo dije el 15 de marzo del año pasado, durante una manifestación por la paz en Madrid (España), hoy lo afirmo: Hay una gran potencia que espera despertar, ponerse de pie y comenzar a hablar y esa se llama opinión pública", aseguró.

El escritor nacido en 1922, autor de "Ensayos sobre la Ceguera", "La Caverna" y "El evangelio según Jesucristo", señaló que hay tres preguntas fundamentales en su vida profesional y personal: Por qué, para qué y para quiénes.

"Debemos hacerle estas tres preguntas a todos, a los poderes que tal vez no nos contestarán, pero debemos insistir porque si hay algo que tenemos que recuperar es el sentido y el espíritu de la ciudadanía", puntualizó.

Estas preguntas podría hacerse siempre la opinión pública para hablar de derechos humanos, lo que, dijo, no se hace desde 1998, cuando se cumlpieron 50 años de la promulgación de las garantías individuales.

"Nuestra responsabilidad es defender los derechos humanos y exigir su cumplimiento", subrayó al comentar su temor de que cuando sea el centenario de la firma de esa declaratoria las garantías universales ya no existan, porque a nadie le interesan.

Criticó el ansia humana de conquistar el espacio, de gobiernos poderosos que desdeñan los derechos humanos y se preguntó hacía dónde va todo esto si no se cuenta con una forma más digna de vivir.

"Desde hace mucho mantengo esta idea: lo obsceno no es la pornografía, lo que sí es totalmente obsceno es que los seres se puedan morir de hambre", manifestó el narrador que concibe a la televisión como un medio que se alimenta de conciencias y no de publicidad.

Tras reiterar que sin derechos humanos no hay democracia, dijo: "No nos hablen de democracia a la vez que están despreciando y humillando a la gente que necesitaría que sus derechos, derechos humanos, derechos de hombre, derechos de mujeres, derechos de niños, derechos de anciano fueran respetados y cumplidos".

Al concluir su discurso, el Premio Nobel de Literatura 1998, a quien se le entregó esta presea en reconocimiento a su defensa de los derechos humanos, la justicia y la libertad, escuchó por más de dos minutos aplausos que la audiencia le ofreció de pie.

La mirada del narrador portugués, quien regresará a México a mediados de año para presentar su novela "Ensayos sobre la lucidez", sólo agradecía con las palmas unidas levantadas hasta su rostro y una mano que se llevó en varias ocasiones a la boca para lanzar besos al aire.

En un par de días, Saramago participará junto con los también escritores Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Tomás Eloy Martínez en la Cátedra "Julio Cortázar", que del 14 al 17 de febrero se realizará en la Universidad de Guadalajara.

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