El arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, formuló un llamado a la reconciliación de todas las fuerzas políticas del país a fin de que se pueda avanzar en la construcción de los grandes acuerdos que la nación demanda, pues en efecto, los últimos años han transcurrido en un ambiente de confrontación que se traduce en una paralización del desarrollo de la República.
Lamentó que en la actualidad se presenten hechos de “corrupción y deterioro, en donde los distintos grupos no llegan a entenderse para las grandes reformas que necesita México” y en efecto, ello es así en razón de que cada partido, cada asociación política está pensando y actuando en base a sus particulares intereses sin atender a los que corresponden a la ciudadanía, de ahí que de los hechos a que alude el Arzobispo se desprendan confrontaciones que conducen a la inactividad gubernamental.
El Gobierno y los partidos políticos se la han pasado viendo hacia el pasado y descuidando el porvenir, pues además de los actos de corrupción y de las divergencias ideológicas que se han colocado por encima de los intereses nacionales, hay grupos que se empeñan en mantener vivas viejas rencillas o revivir otras que en realidad son confrontaciones históricas que deberían estar ya superadas.
Si persiste esa actitud de continuar escudriñando en el pasado es evidente que no podremos avanzar como nación o que si lo hacemos de esa forma (con los ojos puestos en hechos pretéritos) con seguridad tropezaremos o no avanzaremos en la correcta dirección que demanda el país, por lo que debe reflexionarse sobre el llamado del Arzobispo a fin de que se dejen de lado las diferencias de forma y los partidos y el Gobierno se aboquen al fondo a fin de darle rumbo y sentido a la República.