AP
WASHINGTON, EU.- El presidente George W. Bush defendió ayer su decisión de invadir Irak, pero reconoció que no se han hallado las armas de destrucción masiva que él esgrimió como pretexto para lanzar la guerra.
Añadió que no estaba dispuesto a correr el riesgo de que Irak transfiriera capacidad armamentista a grupos terroristas.
Aunque no hemos encontrado depósitos de armas de destrucción masiva, hicimos bien en ir a Irak, dijo Bush después de inspeccionar una muestra de repuestos y equipos para armas nucleares, entre ellas centrifugadoras de gases para el enriquecimiento de uranio, provenientes de Libia.
Los aparatos fueron enviados en marzo como parte de un acuerdo con Moamar Gadafi, quien aceptó poner fin al programa armamentista nuclear de su Gobierno.
El presidente se explayó en la defensa de la invasión de Irak tres días después de la divulgación de un informe del Senado que critica duramente las deficiencias de la información citada en los prolegómenos a la guerra de Irak, considerada una batalla crucial en la llamada guerra contra el terrorismo.
Las afirmaciones principales previas a la invasión de marzo de 2003 -que Saddam Hussein poseía armas químicas y biológicas e intentaba fabricar armas nucleares- eran erróneas y se basaban en análisis falsos o exagerados de la CIA, sostuvo el informe del Comité de Inteligencia del Senado conocido el viernes.
Los analistas de inteligencia cayeron presa del pensamiento colectivo al basarse en hipótesis de que Irak poseía esas armas cuando en realidad no era así, concluye el informe bipartidista. Muchos factores que contribuyeron a esas fallas son problemas persistentes en la comunidad de inteligencia estadounidense, que no se resuelven solamente con dinero, añadió.
Escándalo británico
Luego de determinar el senado estadounidense que las informaciones de inteligencia que llevaron a la guerra contra Irak eran incorrectas, en Gran Bretaña se esperan conclusiones similares.
Según adelantó ayer en Londres el periódico The Sunday Telegrahp, en el informe que rendirá Lord Robin Butler mañana miércoles sobre los errores de la inteligencia se reconocen infladas las posibilidades que tenía el ex presidente iraquí Saddam Hussein para fabricar armas de destrucción masiva.
Precisamente, la tenencia de ese tipo de armamento fue el pretexto usado por Washington y Londres para lanzar la invasión contra ese país árabe en marzo de 2003.
Al igual que en Estados Unidos, cuyo chivo expiatorio fue el director de la CIA, George Tenet, los británicos también tendrán el suyo y para ello se vislumbran John Scarlett, uno de los jefes de la inteligencia, y Jonathan Powell, consejero político del primer ministro Tony Blair, según The Sunday.
De acuerdo con la publicación, la comisión que preside Butler centró sus investigaciones en un correo de Powell en el cual le pedía a Scarlett que reformara un documento gubernamental sobre los argumentos de la amenaza iraquí.
Las coincidencias son muchas, y al parecer también Blair quedará libre de ese responsabilidad al considerar Butler que no presionó para que se dieran las informaciones erradas.