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MÉXICO, DF.- Tras décadas de ser ?un albañil de las palabras?, hoy domingo el escritor Paco Ignacio Taibo recibirá en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) el Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez.
Según sus palabras: En España ya sólo le quedaban amigos y dolores. En 1958 salió para México; cuando puso el pie en el malecón, sólo traía una caja de libros heredados y una máquina de escribir. ?¡Imagínate! -exclama-. Yo pensaba que aquí no existía esta herramienta?.
Uno de sus hermanos le dijo: ?Mira el mar. Al otro lado está lo que abandonaste. Deja la nostalgia aquí mismo o vivirás muy triste. El respondió: Está bien. Voy a mirar el mar?. En el camino hacia la Ciudad de México aprendió palabras que no había escuchado antes: acocil, bacanora, ceviche y garnacha. Fue así, con las palabras, como empezó a abordar el crucigrama de México.
?Siempre me acompañan las palabras. Escribí mi primer libro a los ocho años y mi madre lo encuadernó en tapas de cartón. Ya desde esa época era escritor?. Su hijo mayor lo recordaría muchos años después tecleando de noche en una máquina de escribir Remington: Le robaba horas al sueño para hacer ?lo más importante que alguien puede hacer con su vida?. Escribir libros, artículos, novelas.
Hoy Paco Ignacio Taibo tiene 80 años y una vida dejada en esa Remington que primero se volvió máquina eléctrica y luego computadora. Tras décadas de ser ?un artesano que cuenta, un albañil de las palabras?, este domingo Taibo recibirá en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez como un reconocimiento a su trayectoria.
En la casa de Taibo hay libros y cuadros y un árbol que le cuenta cosas cuando se pone a mirar por la ventana hacia atrás con un cierto dolor. Detrás de esa ventana está la niñez y el exilio en Bélgica, la Revolución asturiana, la Guerra Civil Española y el encarcelamiento de su padre, ?que fue condenado por tener ideas, acusación que la derecha ofrece casi siempre a sus enemigos?.
Detrás de esa ventana está también el comienzo de una pasión, su inicio en el periodismo: -Cuando mi padre salió de la cárcel tuve que defenderme con lo único que sabía hacer y que sigue siendo lo único que sé hacer: escribir. Yo tenía un amigo en el país vasco. Un día me dijo: ?Tú que escribes tan bien deberías escribir sobre ciclismo. Serías singular porque ignoras totalmente el ciclismo y la mejor manera de escribir sobre algo es partiendo de la ignorancia?-explica Taibo. De ese modo lo contrataron para escribir sobre la Vuelta de Francia. Pusieron a su disposición un automóvil y un espacio en el periódico, y ocurrió que sus crónicas llamaron la atención que al poco tiempo había firmado contrato para escribir en los diarios más importantes de Europa.
-Llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que ignorar un tema porque empiezas a verlo con ojos nuevos. Reparas en asuntos en los que los profesionales no suelen reparar. Eso me pasó con todo, me pasó con mi vida.
-¿Le pasó con sus libros de cine y de gastronomía?
-La ignorancia me ha llevado a tener más de 40 libros entre pecho y espalda. He aprendido que, sabiendo escribir, lo demás es lo de menos.
-¿Cómo hizo el primero?
-Era 1955. Se llamó Uno de los Tres, y ganó un concurso de cuento. Me pagaron cinco mil pesetas, que es la cifra que recuerdo con más afecto porque mi mujer y yo tomamos un billete redondo de tren que nos llevó hasta Barcelona, donde conocí a algunos de los escritores izquierdistas más importantes de la época.
