Pekín, (EFE).- Las autoridades de Pekín reconstruirán el antiguo palacio imperial de Tuanhe de la dinastía Qing, en un proyecto multimillonario que concluirá justo a tiempo para los Juegos Olímpicos de 2008, informó la prensa local.
El Palacio Imperial de Tuanhe fue el lugar de descanso de los emperadores de la dinastía Qing durante sus cacerías en el coto de caza de Nanhaizi, situado al sur de la capital china.
El enorme complejo, de 600 edificios, fue construido por el emperador Qianlong (1711-1799), uno de los más famosos e influyentes de la dinastía Qing, que alcanzó con él su esplendor político y arquitectónico.
De los 600 edificios originales, sin embargo, sólo dos se mantienen en pie, y el resto resultó derruido en guerras y desastres naturales durante el siglo XIX, según informa el portal de noticias por internet de Pekín.
El proyecto de reconstrucción, que tiene un presupuesto no especificado de "decenas de millones de yuanes", comenzará a finales de este año y estará terminado en 2007, según la Oficina de Reliquias Culturales de Pekín.
"El trabajo de reconstrucción se ceñirá estrictamente a los antiguos diseños y utilizaremos técnicas de construcción tradicionales de China", declaró Wang Fuyu, funcionaria de esta oficina.
Según Wang, los operarios utilizarán como modelo un antiguo plano del palacio del siglo XIX y varios diseños de edificios y cuadros de aquella época que permitirán reproducir el estilo.
Pekín ha iniciado un amplio plan de reconstrucción y restauración de sus principales monumentos y otros lugares de interés histórico, de cara a la celebración de los Juegos Olímpicos en 2008.
La Ciudad Prohibida, residencia imperial de las dinastías Ming y Qing, ha empezado ya a ser restaurada, mientras que los cuatro altares de la capital (Sol, Tierra, Luna y Cielo) estarán listos en los próximos años.