Baudelio, Julio e Hipólito, deben hacer varios sacrificios para mantener a sus familias
POR CUAUHTÉMOC
TORRES ALVARADO
EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO, I. MADERO, COAH.- Baudelio Martínez tiene 47 años de edad y 27 en la música. Él, junto a sus amigos, los hermanos Julio e Hipólito Lira Martínez, salen todos los días a las calles de esta ciudad para obtener dinero deleitando a los comensales.
Baudelio toca el bajo, Julio el acordeón e Hipólito la guitarra. Los tres visten ropa vaquera. Sus tonos de piel morena quemada, reflejan un pasado arduo. Los tres tienen familias que mantener y para eso son necesarios varios sacrificios.
?Hay ocasiones que nos tenemos que desvelar para ganar unos pesos, ni modo. Todas las mañanas salimos y nos quedamos de ver en la cantina de Carlos Lara. De allí partimos hacia las calles y andamos de puesto en puesto?.
Un año es el tiempo que llevan juntos como agrupación. El solista es Baudelio, pero en algunas canciones se intercambian el papel. Cada melodía le cuesta al cliente 20 pesos. Regularmente les piden canciones norteñas.
Desde un tema de Invasores de Nuevo León hasta uno de ?Pepe? Hernández o Juan Montoya. Entonar cada una de esas canciones, representa para Baudelio un gusto, un placer; pero más que eso una obligación de llevar comida a la casa.
Tiene cinco hijos y está casado. Algunos de sus descendientes no estudian porque ya contrajeron matrimonio. Baudelio es la única persona en su hogar que aporta para mantener a la familia. Vive en la calle Lucha número tres de la colonia Dos de Marzo.
Su sombrero, sus botas, pantalones y camisa vaquera aumentan la credibilidad de su origen. En total ganan entre 50 y 100 pesos cada uno. Deambulan de puesto en puesto, en restaurantes y cantinas. No hay preferidas, lo importante es que haya clientes.
Entre sus recuerdos brotan algunas peleas que ha presenciado a lo largo de su carrera, así como algunas melodías que no pasan de moda. ?La última copa de ?Pepe? Hernández es la que más nos pide la gente?.
Hasta la fecha el poco o mucho dinero que lleva a su casa es suficiente para vivir. ?Esperemos que siga así, uno nunca sabe lo que pueda pasar, se puede poner mal la cosa. Pero nosotros seguiremos saliendo a trabajar?.