EL PAÍS
Washington, EU.- A pesar de las críticas de los grupos que defienden las libertades y el derecho a la intimidad y de las resistencias encontradas en las compañías aéreas, el Gobierno estadounidense no ha variado sus planes para que entre en vigor de forma inminente un nuevo sistema informático que utiliza la información personal que proporcionan los pasajeros para establecer un código de seguridad por colores. El sistema afectará a todos los aeropuertos estadounidenses y se unirá a la reciente exigencia de ficha electrónica y foto para millones de visitantes extranjeros a EU.
Según The Washington Post , el nuevo sistema –CAPPS II, segunda versión del Programa Informático de Preselección de Pasajeros- podría aplicarse desde el mes que viene en todos los aeropuertos de EU. El diario afirma que las líneas aéreas y las empresas de reserva de vuelos se han negado a colaborar con la Administración de Transporte Aéreo en la fase de pruebas del sistema. Compañías como Delta, que aceptó en principio cooperar, tuvo que desdecirse tras las protestas y amenazas de boicoteo de los usuarios. En caso de la línea de vuelos baratos JetBlue fue aún más allá, porque varios pasajeros se querellaron contra ella en septiembre cuando se supo que había facilitado datos para un proyecto militar relacionado con la seguridad aérea.
Numerosos grupos han relanzado sus críticas hacia las medidas en vigor o las inminentes. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) cree que “lo anunciado por la Administración es un golpe más al derecho de los ciudadanos a viajar libremente y a su intimidad”, según señala Robin Goldfaden. “Los datos personales de los ciudadanos podrán ser almacenados por las autoridades y compartidos con otras agencias sin que los ciudadanos puedan saber ni quién accede a esa información ni cuál es su clasificación de acuerdo con el sistema de colores y números. Estas son violaciones muy graves de los derechos y libertades de los estadounidenses”.
El Post informa además de otra iniciativa que ha acentuado la polémica y que se aplicará a lo largo del año: los pasajeros habituales que voluntariamente entreguen toda esa información y más a las autoridades recibirán un tratamiento especial y podrán acelerar su paso por los controles de seguridad. Lo arbitrario del procedimiento creará pasajeros de primera y de segunda clase desde el punto de vista de la seguridad, según la (ACLU),
El anuncio de la próxima entrada en vigor de estas medidas coinciden con las críticas sobre la eficacia y la legitimidad del US-VISIT, la toma masiva de huellas y fotos que empezó a aplicarse sistemáticamente el pasado día cinco. Para Robin Goldfaden, “aparte de introducir sesgos y confusiones importantes, la capacidad de las nuevas medidas para incrementar la seguridad nacional es muy cuestionable. No todos los puertos de entrada han puesto en marcha el programa, hay países excluidos de ciertos controles y las salidas de EU no se controlan de forma precisa”.
Revés para Lula
El alcalde de Río de Janeiro, Cesar Maia, que está en la oposición al gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se ha salido con la suya consiguiendo que el Tribunal Regional Federal (TRF) de la Primera Región, con sede en Brasilia, anule la sentencia que semanas atrás había emitido el juez de Mato Grosso do Sul, exigiendo el fichaje de todos los turistas americanos desembarcados en el país aplicando para ello el principio de la “reciprocidad diplomática”.
El alcalde Maia había alegado que la medida estaba perjudicando gravamente la economía de la ciudad que vive del turismo. Y de hecho el juez Catao Alves ha acogido dicha razón, al mismo tiempo que contesta el principio de “reciprocidad”, ya que según él “felizmente, el terrorismo no hace parte de la vida nacional brasileña”, informa Juan Arias.
Precisamente, el gobierno Lula que aún no se había decidido a pedir la impugnación de la sentencia del juez de Mato Grosso porque los brasileños habían aplaudido calurosamente la medida, estaba entre la espada y la pared ante las presiones recibidas desde Washington para anular la decisión de la justicia.
Tanto más que esta semana va a mantener un coloquio privado con el presidente Bush en Mexico, encuentro pedido por el Presidente americano, sin duda, para tratar, entre otras cosas del fichaje de los turistas americanos.