Reportan saldo blanco durante la representación.
AGENCIAS
MÉXICO, DF.- “En las calles de Iztapalapa se vive la pasión de Cristo”, se lee en los carteles que dan cuenta de la importancia que tiene la Semana Santa para esa demarcación, que celebró la representación número 161 del calvario de Jesucristo.
En la jornada de ayer, a la que según estimaciones ha asistido más de un millón de personas, se escenificó la presentación de Jesús ante Pilatos, la corte de Herodes y la sentencia.
También se hizo la reconstrucción de la escena en que el redentor recibe azotes y la corona de espinas; posteriormente se realizará la crucifixión en el predio del Cerro de la Estrella, convertido ahora en el Monte Calvario.
“Si no es enemigo del imperio se le perdonará la vida, pero si ha atentado contra el máximo, será condenado”, dijo el personaje que interpreta a Poncio Pilatos en el juicio contra Jesús de Nazaret, en Iztapalapa.
Más de tres mil nazarenos con túnicas moradas emprendieron poco antes de las 09:00 horas su recorrido por los ocho barrios de Iztapalapa con cruces de madera al hombro que iban desde los diez hasta los 70 kilogramos de peso, dependiendo de la edad del actor.
Algunos niños y adolescentes que participan en la representación tuvieron que ser ayudados por sus padres para continuar cargando la estructura de madera. En otros casos se les brinda agua, suero y vendas para sus pies lacerados por caminar descalzos.
Juan Sandoval Hernández, de 28 años de edad, quien llevó una cruz de 150 kilogramos de peso comentó que decidió participar en esta jornada “porque Cristo ofreció su vida por nosotros. Yo le ofrezco mi dolor, no soy fanático, ni religioso, más bien cristiano”.
Otro nazareno, Miguel Covarruvias de la Unidad Vicente Guerrero, argumentó que cargaba una cruz de más de 120 kilogramos “porque ese es el peso de mis pecados y esta es mi penitencia”.
Se observa un gran despliegue de romanos vestidos con túnicas de color rojo, pecheras de piel o trajes rojos y cascos, así como hebreos con túnicas de satín.
También se aprecian personas disfrazadas de apóstoles y cientos de mujeres y hombres del pueblo, profetas, sacerdotes, sirvientes, samaritanos y hasta adúlteras, callejeras y leprosos, para completar el cuadro.
En el camino hacia el Cerro de la Estrella los nazarenos más jóvenes, que son aproximadamente mil personas de la avanzada de la procesión, cargan sus cruces y rezan en voz alta.
Sin embargo, el sacrificio va más allá de la caminata, ya que elementos del grupo policíaco Cisne, del Grupo especial Fuerza de Tarea de la demarcación y granaderos convertidos en romanos modernos exigían: “Háganse para atrás, sólo actores en esta zona” y empujaban y volvían a empujar a los reporteros y al público.
Jornada limpia
La delegación Iztapalapa y las autoridades policíacas y servicios de emergencia reportaron saldo blanco durante la representación de la Pasión y Muerte de Jesucristo en esta jurisdicción.
Con base en los reportes proporcionados por las autoridades locales, durante el evento religioso resultaron con lesiones provocadas, por un caballo que se desbocó, la menor de siete años de edad, Lorena Carvente y Víctor Manuel Reyna Valentín, de 47. Ambos fueron trasladados a distintos hospitales locales y su estado de salud se reporta estable.
La Cruz Roja y otros servicios de emergencia proporcionaron 670 servicios, todos ellos menores, pues se ofrecieron por insolación, laceraciones en los pies o cortaduras en las mismas extremidades. Los servicios de Locatel y del Centro de Atención para Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), informaron a su vez que se localizaron a 12 personas con reporte de ausencia.
En conferencia de prensa, ofrecida al término del Vía Crucis, el jefe delegacional, Víctor Hugo Círigo Vázquez, insistió que no hubo reportes de gravedad durante la jornada litúrgica, por lo que se reportó saldo blanco.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) destinó, en total, dos mil 200 policías preventivos para resguardar el orden entre los visitantes, nacionales y extranjeros, quienes demostraron un alto compromiso con sus creencias religiosas y no provocaron disturbios.
TRADICIONAL
Ante más de dos millones de personas se efectuó ayer la tradicional celebración de la Pasión y Muerte de Cristo en el cerro de La Estrella del barrio Iztapalapa del sur de la capital.
*El espectáculo de fervor religioso en el que participan 450 vecinos de este barrio y más de cinco mil nazarenos de los ocho barrios que conforman la Delegación Iztapalapa, fue preparado desde los primeros días de enero para lograr fielmente la representación del “Vía Crucis”.
*La historia de la Pasión de Iztapalapa se remonta a 1843, diez años después de que este barrio, ubicado entre las calzadas de Tacuba e Iztapalapa, padeciera un brote de una epidemia de “cólera morbus” que diezmó a la población.
*Adrián Espinosa Gómez, quien representó en esta ocasión a Jesucristo fue elegido entre quince vecinos por “su buen comportamiento”, al igual que Carolina Cervantes, contadora de 24 años, quien representó a la Virgen María.
FUENTE: EFE
b>Ahumada y Bejarano,
los nuevos judas
La venta de los judas registra una caída del 40 por ciento este año, lo que implica la desaparición paulatina de la tradición -dentro de la religión católica- de la quema del mal, que data de hace varios siglos.
De vistosos colores, incluso con las figuras del empresario Carlos Ahumada, el perredista René Bejarano y Carlos Salinas de Gortari, entre otros y según la coyuntura, los precios van de los 50 a los mil 600 pesos, según el tamaño y el material de las figuras.
Los fabricantes de este símbolo popular, originalmente elaborado con papel maché, quienes también venden sus productos en diferentes puntos de la ciudad, aseguran que han mantenido los precios para que las personas puedan adquirir los judas, pero ni así han cubierto las ventas, porque ya no es como en antaño cuando se colocaban lo mismo en las puertas de casas, coches o centros de trabajo.
Estos símbolos son una forma de burlar y vengar al que traicionó a Jesús de Nazaret, aunque también es utilizado en coyunturas como las de ahora para repudiar a quienes representan el mal para la sociedad, como es el caso de los personajes implicados en los recientes videoescándalos.
No obstante, las figuras que ya se han vuelto parte de la tradición siguen vigentes, como es el caso de los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, pero la figura del diablo es la que mayor demanda tiene.
A decir de los vendedores de estas figuras, la costumbre ha venido decayendo por varias razones: la situación económica, la prohibición de venta de cohetes y la falta de apego a las tradiciones de las nuevas generaciones.