Participará altar en concurso organizado por la Secretaría de Educación del Estado.
EL SIGLO DE DURANGO
Niños y autoridades académicas recuerdan a Antonio de Juambelz y Bracho mediante un majestuoso altar de Día de Muertos levantado en la escuela primaria que lleva el nombre del periodista lagunero. La obra participará en un concurso organizado por la Secretaría de Educación del Estado en coordinación con la Presidencia Municipal y el Instituto Municipal del Arte y la Cultura (IMAC).
El objetivo principal, además de competir, es que tanto la comunidad estudiantil de la escuela así como los padres de familia conozcan la labor de Juambelz y Bracho en pro de la escuela y el periodismo en general, según informó la directora de la institución Margarita Guzmán Rodríguez.
En un salón que originalmente es para los niños de segundo grado se encuentra esta obra que refleja una de las mas arraigadas costumbres mexicanas.
Las flores de cempasúchil resaltan a la vista con un característico color naranja e inundando el lugar con un aroma especial. Además, cuenta con ciertos elementos que no pueden faltar: las velas, que significan la luz que los difuntos, con sus buenas obras, con sus ejemplos y testimonio, dejaron a las demás personas.
Las veladoras, que representan a los niños; las manzanas rojas, que simbolizan a la Virgen María; asimismo, el agua para saciar la sed de aquellos que vienen de ultratumba; la sal hace referencia al pasaje bíblico de que todos los hijos de Dios deben ser “la sal de la tierra”.
Pero además está la Cruz de los Dos Carrizos, que simboliza los cuatro puntos cardinales de donde acudían las almas de los difuntos a la ofrenda. Y si bien es cierto que en esta temporada el papel picado tiene mucha demanda para adornar las casas, en un altar también poseen una especial connotación.
El rojo es la sangre que Cristo derramó por los pecados de la humanidad; el blanco, la pureza; el amarillo, la tristeza que dejaron los seres amados al momento de su muerte; el morado, el luto de la antigüedad que ahora es relacionado con el negro; por último, el naranja, que es el consuelo.
Todo altar debe tener un arco y un camino trazado por pétalos de cempasúchil, ya que por allí entran los difuntos y saben cómo llegar a su ofrenda.
En esta ocasión, en el último nivel del altar se encuentra la fotografía de Antonio Juambelz y Bracho. Pero además de todo esto, los maestros y alumnos hicieron una representación del periodista. “Nos lo imaginamos tras un escritorio, con sus noticias, con sus periódicos, con todo lo necesario para él trabajar sin importar la hora, estar siempre al pendiente de la noticia”, dijo Guzmán Rodríguez.
De igual forma, pusieron un periódico mural en el que exhiben documentos biográficos acerca de la vida de Juambelz y Bracho, para que todos los infantes y adultos que visiten el sitio aprendan más sobre su legado en el mundo informativo.
El próximo jueves 28 de octubre, los grupos pasarán al altar para que les expliquen el significado de cada cosa, y también saborearán un rico champurrado con un pan de muerto.
ANEXO DE INFORMACIÓN
ELEMENTOS
En un altar de muertos debe haber:
-Velas.
-Veladoras.
-Manzanas rojas.
-Agua.
-Sal.
-Incienso.
-Rosas de colores.
-Papel picado.
-Comida.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
