Durango

Recuerdan a madres ausentes

Ruth Bañuelos camina presurosa, lleva un ramo de flores blancas y se detiene un momento en la capilla del panteón. De inmediato dice que recuerda a su mamá, una mujer de mucha fortaleza y caridad para con los demás, que murió hace diez años.

Antes de llegar a la tumba de su madre, ella manifiesta que desde 1994, cada 10 de mayo le resulta triste porque su mamá ya no está, pero también comenta que es bonito recordar la entrega y el amor de la autora de sus días.

?Ahora mis hijas me festejan y hacen muestras de su cariño, y lo mínimo que debo hacer es visitar la tumba de mi mamá y llevarle flores, señala Ruth, quien camina en medio del barullo que se genera en el cementerio municipal por la tradicional romería de Día de las Madres.

Mientras Ruth reflexiona y recuerda a su madre, otras 156 mil personas hacen lo propio, compran flores, unos contratan músicos, hacen limpieza y casi como si fuera un ?día de campo?, se reúnen para comer, convivir y hacer memoria de sus mamás.

Son las 12:00 del día y la administración del Panteón Municipal ha contabilizado la entrega de 156 mil personas que acudieron a visitar a sus mamás, mientras que afuera del campo santo, hay doscientos puestos que ofrecen desde las típicas flores, hasta antojitos, fruta, ropa, juguetes, música ?pirata? y hasta artículos de limpieza.

En la capilla, el padre José Luis Galindo preside la misa en honor a las madres fallecidas, y exhorta a los católicos a rezar por sus seres queridos. ?La oración es la mejor forma de estar unidos a las personas que ya no están con nosotros?, reflexiona.

En la calle, los agentes bloquearon el tráfico y los comerciantes se disputan la clientela, ofrecen flores desde 25 a 40 pesos, los niños limpia-tumbas piden propinas de diez pesos por sus servicios, mientras que los conjuntos norteños cobran a 30 pesos la canción.

A la hora de la comida, familias enteras -alrededor de las tumbas-, después de hacer sus rezos, sacan las gorditas, los refrescos y otros alimentos que prepararon para la ocasión. Se trata de una especie de reunión familiar en torno a los recuerdos de las mamás que ya se fueron.

SERVICIOS

Entre el bullicio de la verbena popular del 10 de mayo en el Panteón Municipal, 25 trabajadores del cementerio trabajan por mantener limpio este recinto, doce trabajadores de la Dirección de Salud Pública platican con los visitantes, aplican vacunas y ofrecen asesoría en temas de prevención de enfermedades.

El Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado transporta diez pipas para abastecer del vital líquido a las cuarenta piletas que están habilitadas para el servicio de limpieza y riego.

Y cuarenta elementos de Seguridad Pública hacen labores de vigilancia para evitar robos, sorprender a los carteristas y otros delitos que potencialmente pueden suscitarse, en tanto, los voluntarios de la Cruz Roja están para ofrecer los primeros auxilios. Sólo se reportaron algunas personas mareadas y desmayadas.

El director de Servicios Públicos Municipales, Rafael Castro Cardoza, informa que previo a la tradicional romería del Día de la Madre, se recogieron 30 toneladas de basura del panteón, sin embargo, hasta ayer no sabía cuánta cantidad de desechos sería levantada.

El jefe de la Coordinación Municipal de Inspectores, Jesús Torres Saucedo, hace su recorrido por las calles anexas al cementerio, asegura que hay alrededor de 200 puestos instalados en la vía pública.

?Salvo algunos (vendedores) que se quisieron pasar de listos y no pagar el permiso ante la Ventanilla Única, la romería se ha desarrollado en absoluta calma y sin conflicto?, asienta Torres.

RECUERDOS

Ruth ha depositado la ofrenda en la tumba de su madre, y con un dejo de tristeza dice que ?nadie valoramos lo que tenemos hasta que se nos va?.

Entre su pesar se asoma un gesto de alegría y explica: ?recuerdo el valor de mi madre, su fortaleza ante las circunstancias difíciles y su derroche de caridad hacia todos?.

Su madre fue la señora María de los Ángeles Smythe. Ahora, como desde hace diez años, Ruth sólo hace recuerdos, deja las flores y abandona el panteón.

CELEBRACIÓN

Exhortar a rezar por las madres

La mejor manera de estar unidos a las madres que ya han fallecido es con la oración y la participación en la eucaristía, dijo el padre José Luis Galindo, durante la celebración de la misa del 10 de mayo en la capilla del Panteón Municipal.

Las oraciones y las plegarias son el mejor premio a las fatigas, quehaceres y empeños que las mamás hicieron en vida por sus hijos, apuntó el sacerdote.

El amor de la madre es sublime y son como ángeles por los cuidados que brindan desde el cielo a sus vástagos. Ellas supieron los secretos de la vida, pese a nuestras ingratitudes, apuntó el oficiante ante centenares de fieles que se congregaron alrededor de la capilla.

Lamentablemente, mientras vive nuestra mamá, a veces no la valoramos y sólo hasta que muere nos damos cuenta de su importancia en nuestras vidas, dijo el padre Galindo.

CIFRAS

Tradición y vendimia

El Panteón Municipal se convirtió en un escenario de verbena popular.

156 mil

visitantes

200

comerciantes se instalaron

30

toneladas de basura recogidas

FUENTE : Investigación El Siglo de Durango

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