La ciudad de Oklahoma rindió ater tributo a las 168 víctimas mortales del atentado de hace nueve años contra un edificio federal de esa población, el de mayor magnitud en Estados Unidos antes de los del 11 de septiembre de 2001.
A la ceremonia, que tuvo lugar en el memorial construido en el sitio que ocupó el edificio federal Alfred P. Murrah, destruido por un camión bomba el 19 de abril de 1995, asistieron supervivientes de ese atentado y familiares de las víctimas del 11-S.
Varios niños, hijos de quienes murieron en el atentado en la ciudad de Oklahoma, leyeron los nombres de quienes perecieron en el atentado de hace nueve años.
Asimismo, en el museo del monumento se inauguró una exposición en la que se muestran 23 obras de arte rescatadas del edificio federal destruido por una bomba de mil 800 kilogramos, y que había sido fabricada con nitrato de amonio y combustible.
Por la autoría de ese atentado fue ejecutado en 2001 Timothy McVeigh, un ex soldado que quería protestar de esa forma por la muerte de 80 personas en la sede de la secta de los Davidianos, en Waco (Texas), ocurrida dos años antes.