El cuerpo de Samari Chávez Carrasco, de cinco años de edad, fue recuperado de entre las aguas de la Laguna de Santiaguillo, después de tres días de intensa búsqueda por parte de elementos de Rescate Urbano de Protección Civil Municipal de la capital.
Como se recordará, el domingo pasado por la tarde, once tripulantes abordaron una lancha sin los respectivos equipos de seguridad y al parecer los reportes preliminares indicaban que fue el exceso de personas lo que terminó por ladear la embarcación.
Sólo siete personas lograron sobrevivir para contar su experiencia, mientras dos de los cuerpos, de María de la Luz Carrasco, de 30 años, y de Reyna Gurrola Pérez, de 14, fueron rescatados de las aguas engañosas del lago, mientras Jesús Chávez Pérez, de 33 años, y su hija, Samari, desaparecieron prácticamente de la superficie.
A pesar de que a la búsqueda inicial se unieron varios vecinos que viven a las márgenes de la laguna, no fue posible rescatar los dos cadáveres; por ello fue necesario contar con ayuda especializada de los buzos de Protección Civil.
LIMITACIONES
Las corrientes internas de las aguas, las lluvias y lo turbio de las aguas limitaron el trabajo de los diez elementos que por turnos y utilizando técnicas diferentes de rastreo mantuvieron los esfuerzos durante los primeros días, sin obtener resultados.
Fue ayer por la tarde cuando al utilizar sogas con ganchos, mediante ?barridos? de los probables lugares, se encontró el pequeño cuerpo de la menor, quien fue sacada y trasladada en un vehículo de la Ministerial hasta el anfiteatro de esta ciudad para la práctica de la necropsia de ley.
Debido a que empezaba a oscurecer, los rescatistas decidieron reanudar la búsqueda ayer a temprana hora, con la esperanza de que los cuerpos de las personas que mueren ahogadas, a las 72 horas, tienden a flotar por sí solas, situación que renovó los ánimos de los familiares y amigos de Jesús Chávez Pérez, quienes desean darles sepultura a los cuerpos.
