En un memorando legal, el departamento de Justicia de EU precisó que la tortura incluye aquellos actos que causen sufrimiento físico, aún cuando no sean severos
Washington, (Notimex).- El departamento de Justicia de Estados Unidos redefinió su política sobre tortura al ampliar el espectro del concepto y repudiar aspectos de la controversial posición que mantuvo al respecto durante los últimos dos años.
En un memorando legal difundido aquí, la institución precisó que la tortura incluye aquellos actos que causen sufrimiento físico, "aún si no involucran severo dolor físico", incluyendo sufrimiento mental bajo ciertas circunstancias.
De igual forma indicó que el daño provocado no tiene que ser permanente y que aun en los casos en que éste "se prolongue por un periodo", es considerado ahora como tortura.
Así, la administración del presidente George W. Bush repudió la posición adoptada por el Departamento en 2002 en la que sólo podían considerarse actos de tortura aquellos que provocaran "daños de órganos, impedimento de las funciones del cuerpo o aun la muerte".
En el documento de 17 páginas colocado en su portal de Internet, el Departamento de Justicia detalló que la tortura constituye un acto "aborrecible tanto a las leyes de Estados Unidos como a los valores y normas internacionales".
La medida se da una semana antes de que el Senado considere la nominación del Consejero Legal de Bush, Alberto González, para convertirse en el próximo Procurador General de Justicia.
González presidió la formulación de la postura adoptada por el Departamento de Justicia y esta redefinición parecería enfocada a hecer menos difícil su eventual comparecencia ante el Senado, donde se anticipa forme parte obligada del interrogatorio.
Críticos de la administración consideraron que la formulación de la política anterior respecto de la tortura abrió la puerta a las torturas de prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, e hizo más difícil la persecución de los infractores.
Las torturas, reveladas en cientos de fotografías que dieron la vuelta al mundo, persisten como uno de los capítulos más oscuros de la invasión estadounidense, aunque el gobierno insiste que no fueron parte de una política general sino actos aislados de unos cuantos militares.
