A caballo regalado, no se le miran los dientes.
A cada cerdo, le llega su sábado.
A cada pajarillo, le gusta su nidillo.
A cada santo, le llega su día.
A cada uno le toca escoger, la cuchara con la que ha de comer.
A canas honradas, no ha de haber puertas cerradas.
A caracoles picantes, vino abundante.