A la iglesia no voy porque estoy cojo, y a la taberna, poquito a poco.
A la larga, todo se arregla.
A la larga, todo se sabe.
A la mesa de San Francisco, donde comen cuatro, comen cinco.
A la mujer afeitada, tuércele la cara.
A la mujer barbuda de lejos se le saluda, mejor con dos piedras que con una.
A la mujer bigotuda, de lejos se la saluda.