No es oro todo lo que reluce.
Donde las dan, las toman
Muchos pocos hacen un mucho.
No sólo de pan vive el hombre.
No hay que mentar la soga en casa del ahorcado.
Velo y mortaja, del cielo baja.
No se acuerda el cura de cuando fue sacristán.
Pájaro viejo no entra en jaula.
La ropa sucia se lava en casa.
La manzana podrida pierde a su compañía.
Al buen pagador no le duelen prendas.
Perro ladrador, poco mordedor.
Las palabras se las lleva el viento.
Las paredes oyen.
Nobleza obliga.
Lo mejor es enemigo de lo bueno
Los niños y los locos dicen las verdades.
Manos blancas no ofenden.
Casa con dos puertas, mala es de guardar.
Más vale caer en gracia que ser gracioso.
No por mucho madrugar amanece más temprano.
Por dinero baila el perro y por pan, si se lo dan.
No es lo mismo predicar que dar trigo.
La letra con sangre entra.
Más vale estar solo que mal acompañado.
Dame pan y llámame tonto.
De aquellos polvos vienen estos lodos.
De casta le viene al galgo el ser rabilargo.
Cada loco con su tema.
Cada oveja con su pareja.
Cada palo aguante su vela.
Bien está San Pedro en Roma
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar.
Desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano.
Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga.
A quien Dios se la diere, San Pedro se la bendiga.
Días de mucho, vísperas de nada.
Año de nieves, año de bienes.
Con pan y vino se anda el camino.
A perro viejo no hay tus tus.
Cuando el río suena, es que agua lleva.
Pan con pan, comida de tontos.
La mujer compuesta quita el marido de otra puerta.
La ocasión hace al ladrón.
Las verdades de Perogrullo, que a la mano cerrada llamaba puño.
Lo que no has de comer, déjalo cocer.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
Más mató la cena que sanó Avicena.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Más vale maña que fuerza.
El buey suelto bien se lame
Más vale prevenir que lamentar.
La avaricia rompe el saco.
No es por el huevo, sino por el fuero.
No es tan fiero el león como lo pintan.
La caridad bien entendida empieza por uno mismo
Todos los caminos conducen a Roma.
Quién mal casa, tarde enviuda.
Quién bien baila, de boda en boda se anda.
