MOSCU, (Reuters).- Un ícono de la Virgen María que la Iglesia Ortodoxa de Rusia había perdido durante casi un siglo regresó en un vuelo especial desde El Vaticano, un símbolo de la esperanza del papa Juan Pablo II para terminar con el cisma cristiano de hace casi mil años.
"Estamos agradecidos con El Vaticano y personalmente con el Papa Juan Pablo II por este paso simbólico y esperamos que (...) confirme que en el futuro se realizarán más esfuerzos para mejorar las relaciones entre las dos iglesias", dijo el portavoz ortodoxo Vsevolod Chaplin a la agencia de noticias rusa Interfax.
El ícono de la "Madre de Dios de Kazan", del siglo XVII o XVIII, es una copia venerada de la perdida imagen original del siglo XVI, y habría sido sacado de contrabando de Rusia a principios del siglo XX. Desde 1993, el ícono estaba colgado sobre el escritorio del Papa.
El pontífice de 84 años quiere visitar Rusia pero el viaje nunca fue aprobado por la iglesia ortodoxa rusa. El presidente Vladimir Putin se reunió con el Papa el año pasado pero no lo invitó a viajar a Rusia.
El patriarca ortodoxo ruso Alexiy II ha acusado a la iglesia católica de quitarle creyentes desde la caída del comunismo, aunque la división de la iglesia se remonta al año 1054, cuando las ramas orientales y occidentales del cristianismo se dividieron en lo que se llamó el Gran Cisma.