Instalan campamentos frente a Palacio de gobierno antorchistas e integrantes de Onappafa
Apenas dos días de tranquilidad tuvo la plancha de la Plaza IV Centenario. Sólo dos noches en las que recobró su apariencia de monumento histórico, aunque siguen ahí algunas pruebas del deterioro que ha sufrido por el maltrato de sus inquilinos.
Luego de más de dos meses de plantón permanente, los activistas de la agrupación Antorcha Campesina aceptaron el diálogo y el retiro de su protesta de 75 días. No muy convencidos, pero desalojaron.
Ayer, amenazaron con regresar. El intento fue claro. Lo cumplieron, a pesar de los ?exhortos? del jefe de la Policía Ministerial, Eulalio Aldama Enríquez.
A ellos, a los ?antorchistas?, se les sumó por separado un pequeño grupo de seguidores de Francisco Javier Reyes Ortiz, líder de la Organización para la Protección del Patrimonio Familiar (Onappafa).
A cambio de ser atendidos por el coordinador del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (Coplade), Wilfredo Salas García, los ?antorchistas? habían convenido dejar de usar la plaza como campamento de protesta.
Con el trato de Salas García tampoco quedaron conformes. El argumento: Pedro Martínez Coronilla, dirigente del Movimiento, denunció haber sido engañado y minimizadas sus demandas, como consecuencia de que ya no ejercían presión.
?Por eso regresamos... y aquí vamos a esperar a que se reanude el diálogo?, reclama con propiedad el promotor de Antorcha en Durango.
Reyes Ortiz, representante de la agrupación que intenta representar a los dueños de vehículos de procedencia extranjera, también alistó lo necesario para instalar otro campamento de presión, para exigir justicia por hechos irregulares que imputó al personal de la Procuraduría General de Justicia.
El azar y el destino, aunque sus planteamientos son distintos, son factores que ayer reunieron a los dos grupos, Antorcha y Onappafa, con una vecindad de escasos tres metros de diferencia.
Desde la puerta principal de Palacio de Gobierno, la vista dejó de ser una panorámica digna de una fotografía de postal.
El lugar se convirtió de nueva cuenta en el sitio dedicado a la concentración de grupos inconformes con el Gobierno.
Aproximadamente a las 9:00 horas de ayer, empezaron a llegar los insumos necesarios para construir la vivienda provisional de los ?antorchistas?. No cambiaron la ubicación ni las proporciones del campamento. Más bien, todo se repitió como hace 75 días.
En camionetas, llegaron las tablas de madera, las canastas con trastos y comida, las camas, el tanque de gas, los utensilios básicos de cocina y, sobre todo, los huéspedes. Encabezando los primeros trabajos de fabricación de la morada, Pedroo Martínez Coronilla asumió ser el ingeniero y el arquitecto de la edificación.
Son las 11:20 horas. El montón de tablas, láminas de cartón y estructuras metálicas empieza a tomar forma. Los jóvenes indígenas que viven en la Casa del Estudiante ?General Francisco Villa? comienzan a hacer uso de la plaza como cancha deportiva.
Para ellos, el regreso a la IV Centenario se convierte en una rutina normal, a la que incluso se habían acostumbrado tras dos meses y medio de plantón permanente, crucifixiones simuladas y todo tipo de estrategias de movilización e inconformidad.
COMUNICACIÓN
El reporte de los ?informadores? de Gobierno del Estado y de la Procuraduría General de Justicia activó la cadena de las comunicaciones internas en Zambrano.
El agente se dirigió a su superioridad, éste lo consultó con la Secretaría General de Gobierno; a su vez, de ahí se informó de lo sucedido a la oficina principal de Coplade, por ser la encargada de resolver las demandas de Antorcha, y fue así como se habría armado el plan para desactivar el plantón.
Después de todo lo hablado, Eulalio Aldama Enríquez, director de la Policía Ministerial, llevó el mensaje para los ?antorchistas?: ?Los conminamos a que no se instalen de nuevo, a que no rompan el diálogo. El Coordinador del Coplade no ha podido estar en la ciudad de Durango, pero pronto regresará y los atenderá?.
La encomienda era calmar a los inconformes, hablar con su líder y comunicarlo vía telefónica con Wilfredo Salas García. Y así sucedió. Sin embargo, el jefe del Coplade negó estar fuera de la ciudad y pidió a los directivos de Antorcha una reunión en su oficina.
?¡Que él venga aquí!?, clamaron los representados de Roberto Martínez Coronilla. Éste, a su vez, usó a Aldama Enríquez como emisario de su postura: ?Sí nos vamos a instalar. Coménteles que desde aquí hablamos de diálogo. Nosotros no rompimos con el Gobierno. Ustedes incumplieron el contacto permanente posterior a que nos retiramos?.
Así, la Plaza IV Centenario, de nueva cuenta, hospeda a los grupos de presión.
DIRECTIVOS
Guarda silencio Coplade
Los directivos del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado se reservaron hacer un comentario referente a la reinstalación del plantón por parte de los integrantes del Movimiento Antorchista de Durango en la plaza IV Centenario.
Wilfredo Salas García, coordinador General de Coplade, informó a través de sus colaboradores que no se harían declaraciones por parte del personal y él mismo de las negociaciones con la organización social hasta que se presentara un avance en las mismas.
Remarcó que el diálogo no se iba a perder por este motivo; incluso, se tiene conocimiento de que cerca del medio día el dirigente del Movimiento Antorchista, Pedro Martínez Coronilla, y otras personas se reunieron con el funcionario para retomar las negociaciones.
Numeralia: 2,000 personas serán citadas para la marcha.
