20 de febrero de 2004.
Teherán, (EFE).- La jornada electoral en Irán está transcurriendo con apatía, al menos en la capital, Teherán, pese a los llamamientos de los líderes políticos y los medios de comunicación para que la gente acuda a votar masivamente.
A las 16.00 hora local el ministerio del Interior no había ofrecido ninguna cifra de participación, pero un recorrido al azar por barrios tanto acomodados como pobres de la capital permitía ver los colegios electorales prácticamente vacíos.
Los presidentes de los colegios afirmaban que había habido una tremenda afluencia de votantes a primeras horas, pero justo en el momento en que llegaban los periodistas los vecinos estaban almorzando, o descansando "o viendo una película muy buena que dan en la tele", como llegó a decir uno de ellos para justificar la sala vacía de votantes.
La radio iraní, que no para de transmitir arengas a la población para que acuda a votar, afirma que la asistencia es "masiva", sin apoyar esta afirmación en ninguna cifra concreta.
Los comicios iraníes parecen haber despertado mucho más interés en los medios de comunicación internacionales que en la población iraní, como se vio en el Ministerio del Interior, cuando el Presidente del Gobierno, Mohamed Jatami, acudir a votar.
Tras charlar cortesmente con los funcionarios encargados del recuento electoral, de pronto se vio literalmente empujado por un centenar de periodistas de todo el mundo que pugnaban por conseguir unas declaraciones.
"Si los votantes ejercen su derecho al voto, es posible que haya sorpresas con respecto a las expectativas", dijo Jatami, en alusión a lo que se ve como una inevitable victoria del sector conservador, al haberse retirado forzosa o voluntariamente más de 3 mil candidatos reformistas.
En cuanto al Líder Supremo, Ali Jamenei, que encarna al "ala dura" del régimen, afirmó al llegar a votar que "estas elecciones son más importantes que las anteriores porque ahora los contrarrevolucionarios se esfuerzan por evitar que la gente acuda a votar", pero se mostró confiado en que el pueblo acuda masivamente.
Los presidentes de los colegios electorales, nombrados por los gobiernos locales, afirmaban sin pestañear que la afluencia de votantes estaba siendo enorme, pero el caso es que no había ni una sola cola para votar y los colegios estaban semivacíos de público, un paisaje muy distinto al de los comicios de 2000.
En cada colegio electoral hay un promedio de quince personas, entre seguridad y organización, que llenaban por sí solos las salas y ayudaban a votar en un complejo proceso en el que los votantes escriben a mano los nombres de hasta 30 candidatos del total de mil 226 que se presentan solo en Teherán.
En la mezquita de Shatarreh, en el sur más deprimido de Teherán, el presidente Mehdi Judarkarma aseguró que la afluencia había sido "muy superior a las expectativas, y nos hemos quedado varias veces sin papeletas", pero el soldado que vigilaba la entrada para añadir irónico en voz baja: "Desde luego, aquí no ha habido ninguna invasión".
En los barrios del rico norte, como el de Amiraban o el de Niavaran, las calles estaban llenas de público ocioso disfrutando de un día soleado, pero muy pocos acudían a votar.
En Niavaran "el colegio electoral es nuevo y la gente no lo conoce", decía la presidenta Fatima Kalantari justificando su inactividad, aunque eran numerosas las personas que pasaban delante de sus narices para acudir a un concierto de música clásica.
Los 39 mil 885 colegios -de los que 13 mil 709 son móviles- abrieron sus puertas a las 8.00 de la mañana y estarán abiertos doce horas, pero es habitual en Irán que el cierre se retrase un par de horas más.
Los 46 millones de iraquíes mayores de 15 años están llamados a votar a 4 mil 737 candidatos, después de que el Consejo de Guardianes vetase las candidaturas de 2 mil 517 personas de tendencia reformista y otras 888 se hayan retirado en los últimos días en solidaridad con los anteriores.
En los pasados comicios de 2000 votaron un 83 por cien del electorado, que en un 67 por cien se inclino por candidatos reformistas.
