EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Francisco Ávalos Machado, detenido recientemente en Estados Unidos por elementos del Buró Federal de Investigación (FBI), por su participación en el homicidio de una mujer hace cuatro años en esta ciudad, formaba parte de una banda de asaltantes y traficantes de armas en aquel país.
De acuerdo a las investigaciones realizadas por autoridades estadounidenses, Francisco Ávalos Machado, alias ?El Paco?, en complicidad con varios sujetos más los cuales se hayan sustraídos de la justicia, realizaban robos a mano armada en los alrededores de Smithfield, Carolina del Norte.
Al momento de su detención por agentes del FBI, se le aseguró una pistola tipo escuadra calibre .25 que llevaba en el interior de uno de los bolsillos del pantalón. Durante la misma operación, los elementos federales encontraron en el domicilio, una pistola escuadra Browning, calibre nueve milímetros, varios cargadores y cartuchos, así como cargadores y balas para rifles AK-47, conocidos como ?Cuerno de chivo?.
A ?El Paco? se le señala como uno de los sujetos que victimó de tres disparos de arma de fuego a Dora Laura Hilda Lira Arguijo, de 34 años de edad, cuando ésta salía de su casa, sito en avenida Victoria No. 282 oriente.
Por el momento, Ávalos Machado se encuentra internado en una prisión federal acusado de posesión ilegal de arma de fuego, lo que podría resultarle con una pena de prisión de cuatro a seis años, que pudiera agravársele por su calidad de indocumentado.
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El homicidio
El diez de abril de 2000, aproximadamente a las 07:40 horas, Dora Laura Hilda Lira Arguijo, salía de su casa ubicada en la avenida Victoria 282 oriente, en compañía de su hijo Ángel Eduardo Martínez Lira de diez años, y de un amiguito del mismo, José Inés, de 15 años, cuando fue abordada por dos sujetos desconocidos.
Uno de los maleantes le preguntó su nombre y al contestar la mujer que iba a llevar a sus hijos a la escuela, el otro tipo la tomó del brazo y forcejearon, en ese momento el pequeño Ángel logró regresar a la casa y después se escucharon varios disparos.
Tres tiros acertaron en la humanidad de Dora Laura, uno en la cabeza, otro en el pabellón de la oreja izquierda y el último en el cuello. El arma utilizada era calibre .22, situación que permitió a los investigadores fijar la hipótesis de los homicidas improvisados.
La autora intelectual del crimen fue la suegra de la occisa, Celia Santillán Ríos, quien se encuentra en el Cereso cumpliendo una larga condena. Ella les dio diez mil pesos en efectivo y un auto extranjero a los victimarios de su nuera.
