Cuquita García presentará su libro de poesía , en el que resume sus experiencias.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Al escuchar sus anécdotas, tal pareciera estar presente en el Torreón de ayer, ciudad que al paso de los años, María del Refugio García ha visto crecer.
A sus 87 años de edad, mucho es lo que “Cuquita” -como muchos la llaman- puede platicar de esta “patria chica”, como cariñosamente la nombra y a la cual tanto adora.
A pesar de que vivió algunos años fuera de la localidad, regresó hace un año a su hermoso, acogedor y fructífero Torreón, en donde ella quería estar y es por eso que ahora se encuentra plena y feliz. Y es que en varias ocasiones decidió vivir temporadas con sus hijas María del Consuelo y Gloria, quienes actualmente radican en la Ciudad de México y Monterrey, respectivamente.
Desde que regresó a la localidad ha vivido con la familia Villarreal Reyes, en un domicilio ubicado en la calle Degollado de la colonia Centro, debido a la amistad que Cuquita guardó por más de cincuenta años con la señora Anita Reyes (f), su hijo Luis Villarreal Reyes la recibió en su hogar con mucho amor.
Antes de narrar las anécdotas que guarda como tesoros en su memoria, conozcamos quién es ese tierno y amable ser con el que charlamos la mañana de ayer.
Teniendo como marco la amplia sala de la casa y en compañía de sus dos hijas que están de visita en la ciudad, platicó que es originaria de la ciudad de Torreón y que nació un 22 de noviembre de 1916.
Es hija de Isodoro García y Sarita García; respecto a su padre dijo que fue una persona muy querida por su don de gentileza, por su bonito carácter y por mostrarse siempre atento con los demás. Fue Presidente Municipal de Torreón y justo tres meses antes de que ella naciera, Isodoro -que por cierto era muy apuesto- murió a la edad de 33 años. Desde que eso ocurrió, la señora Sarita, madre de tres hijos, sacó adelante a su familia y les ofreció una buena educación.
Cuquita estudió en la Normal Superior y al graduarse ejerció su profesión en una escuela de San Lorenzo, Coahuila, “que en aquellos tiempos era de las únicas que había” y así pudo ayudar al igual que sus hermanos a su mamá con el sostenimiento del hogar.
A pesar de que en aquellos tiempos no se acostumbraba que las mujeres estudiaran, ya que se decía que era un desperdicio de tiempo, pues tendrían la vida asegurada una vez que se casaran, su madre (Sarita) no lo consideró así y desde pequeñas las preparó, tal y como lo habían hecho sus padres con ella.
“Mi madre fue una mujer preparada, logró sacarnos adelante, ella egresó de la Escuela Normal de Saltillo, la primera en su tipo en la República Mexicana, la cual contaba con profesorado inglés”, comentó. En dicha institución, estudiaban las “señoritingas”, o como les dicen ahora en día, las jóvenes de la “high society”, entre algunas de las compañeras de su mamá recordó a Rosaura Quezada, a las hijas de don Aarón Sáenz, a las de Jacinto B. Treviño y a unas cuantas originarias de San Pedro, Coahuila.
Mucha gente, muchos sucesos y muchos momentos inolvidables son los que ha vivido Cuquita, quien recuerda como si fuera ayer las funciones de teatro que montaba la señora Carmen Pámanes en fechas especiales: “Eran obras muy bonitas y tuve la oportunidad de ver una sobre gitanos, en la cual hasta una fogata sobre el escenario pusieron, era todo un espectáculo, dijo con un tono muy emotivo.
Antes todo era muy diferente, hace aproximadamente 50 años acostumbraban divertirse en “la cantina gigante”, como se acostumbraba nombrar a la Alameda Zaragoza y después a la avenida Morelos, “íbamos los domingos a pasear por la Alameda y era muy bonito ver a todos los muchachos y las muchachas dar la vuelta y disfrutar de unas ricas botanas y cervezas, que en charolas llevaban los vendedores al automóvil”.
Otro recuerdo que se le vino a la mente fue el descontento que vivió la ciudadanía cuando la primera pasteurizadora en la Comarca Lagunera subió repentinamente de 60 centavos a un peso la leche. “La gran mayoría reclamamos y ahora pienso en el gran desarrollo que ha tenido la empresa y en la gran fuente generadora de empleo en la que se ha convertido para los laguneros”. El tránsito de las pipas de leche por las calles significa para la lagunera un símbolo de progreso y de avanzada para su “patria chica”, que en muchos ámbitos ha sobresalido.
En una ocasión, cuando la señora viajó de la Ciudad de México se sorprendió por el gran cambio que mostraba la ciudad, “tras la muerte de mi hermana Anita no vine a Torreón por varios años y al llegar me encontré con grandes empresas, hoteles, fraccionamientos, universidades y más, lo cual me alegró mucho”.
Cuando vivió en la capital del país trabajó por más de treinta años dentro del Club de Leones, en donde hacía hasta lo imposible por conseguir donativos para los ancianitos; pedía junto con sus colegas cooperación en los mercados, hacía rifas, grabó un casette con poesías de su propia autoría, el cual vendió de puerta en puerta por toda la ciudad.
Ayudar al prójimo, es una cualidad que doña Cuquita muestra en cada una de sus acciones, sus hijas heredaron este don y no sólo por eso, sino por muchos otros rasgos de su personalidad está muy orgullosa de ellas: “Son mis dos grandes tesoros, son mis pilares y aunque las extraño mucho porque viven fuera, la distancia no nos impide estar en contacto y el que estén siempre al pendiente de mí”.
Ahora, precisamente, la acompañan en una fecha muy especial para Cuquita: La presentación de su libro Semblanza de Vida, el cual está dedicado especialmente a sus “chiquitas”.
Y así como estas anécdotas, hay muchas más en este ejemplar en el que resume su experiencia de vida, mismo que será presentado mañana en la Biblioteca José García de Letona. Durante la actividad, el ensamble Tempo Difficile amenizará con su música de cámara.
El ejemplar
Semblanza de una Vida, autoría de Cuquita García, es un reflejo de sus experiencias a lo largo de 87 años, es el fluir de su vida y los estados de ánimo que en ella se hicieron manifiestos.
Cuquita publica algunos de sus pensamientos en forma de poesía, los cuales no fueron escritos con la intención de que fueran publicados. Y es que un buen día le pidió a Luis Azpe Pico que corrigiera sus escritos y fue él quien le aconsejó que los publicara, debido a que los consideró muy buenos por poseer rima, métrica y mensaje.
Es así como acudió a la Dirección Municipal de Cultura de Torreón, institución que le dio la oportunidad de publicar sus bocetos, los cuales se convirtieron en la edición número once de la actual administración.
La presentación del libro correrá a cargo de Estrella Atilano de Faya, de Sonia Maeda y de Luis Azpe Pico, acto que se llevará a cabo mañana a las 20:30 horas, en la Biblioteca José García de Letona, ubicada en la Alameda Zaragoza. La entrada es gratuita.
SUS FAVORITOS
Cuquita García no se considera una gran aficionada a la lectura, pero mentiría si dijera que de joven no leyó gran cantidad de libros de la autora Corín Tellado. Otros autores que leyó, gracias a que su hija mayor la proveía de libros son:
-Gabriel García Márquez.
-Gustavo Adolfo Becker.
-Amado Nervo, recuerda especialmente el libro La Danza de Bronce.
-Uno titulado El Chacal.
-Éxodo, libro que abordaba la problemática judía.
-Una poesía que se llama, ¿Porqué me Quité del Vicio?
-Y muchos otros ejemplares y autores que disfrutó, pero dijo sonriente “no nombro otros más porque la memoria ya me traiciona mucho”.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón