Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

Relatos| Cuando la vida regresa...

Roberto Hernández visita con respeto la tumba de Gustavo Olvera, el joven de quien era el riñón que ahora él posee

EL SIGLO DE TORREÓN

COMARCA LAGUNERA.- En enero de 1998 dos acontecimientos sacuden a igual número de familias. Gustavo Olvera Quiñónez, alias “El Bachán”, de 18 años, el día cuatro es asesinado de dos balazos en Gómez Palacio. Roberto Hernández Espino de 50 años, residente de Torreón, es desahuciado... su cuerpo ya no resiste más diálisis.

Después de que en 1992 le fuera diagnosticada insuficiencia renal crónica, la vida para Roberto cambió rotundamente. Una lanza parece tocar el corazón de su esposa María Dolores Ochoa cuando luego de seis años —agosto de 1997— los médicos del la Clínica de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le comunicaron: “su esposo en cualquier momento nos puede dejar”.

La diálisis peritonial ambulatoria como una alternativa para que siguiera viviendo, lo había dejado físicamente desgastado. Sin embargo, la fe, la esperanza y el coraje de seguir con vida permitieron que se diera el milagro.

Un riñón de regalo

El 23 de diciembre de 1997 tuvo una hemorragia de aproximadamente cinco horas, que los médicos batallaron para controlar, le había bajado la hemoglobina en forma considerable. Es tipo B positivo, muy difícil de encontrar. Fue necesario internarlo para que lo transfundieran.

María Dolores es solicitada en el laboratorio para ser informada de que existe una sola unidad de sangre de ese tipo; el problema es que una niña con leucemia también la necesita. Su respuesta fue tajante: “Que sea para ella, porque si le preguntamos a Roberto contestará lo mismo”.

Sale avante de esa crisis y el día 24 de diciembre y postrado frente a un nacimiento, desde lo más profundo de su corazón, le implora al Niño Dios como regalo, un riñón. Pasó la Navidad y su deseo no se cumplió.

Roberto comenta que recibió el año de 1998 con su fe firme. El día de los Santos Reyes se derrumbaron un poco sus esperanzas, ya que el milagro que tanto solicitó parecía no llegar.

Su carácter férreo —que a lo largo de seis años se moldeó entre la lucha, el dolor, la alegría, las lágrimas y la fuerza de voluntad—, parecía destruirse.

Mientras tanto, el día cuatro por la noche, dos grupos de pandilleros —“Los Buchis” y “Los “Unidos”—, sostienen una batalla que inició en una discoteca ubicada en los límites de Gómez Palacio y Lerdo, frente a la clínica diez del IMSS, donde Gustavo Olvera Quiñónez fue baleado por lo que queda en estado vegetativo.

La mamá de este joven recibió información sobre el programa de donación de órganos. Fue así que acepta dar los riñones y las córneas. La muerte de Gustavo devolvió su vida, pero la decisión de la madre del joven, para Roberto tiene un valor incalculable.

En la mañana del ocho de enero, rumbo a la consulta con el nefrólogo, Roberto le platica a su esposa que el regalo que pidió era evidente que no llegaría y que era mejor actuar con valentía. La resignación en ese momento era el único camino para él.

Frente al doctor, los esposos quedaron casi mudos ante la noticia de que había un riñón disponible para él. La operación se llevaría a cabo ese mismo día.

Y así fue. Entre la emoción, el miedo, la esperanza y la fe, tuvo lugar la intervención quirúrgica que inició a las nueve de la noche y se extendió hasta las dos y media de la madrugada con rotundo éxito.

Volver a nacer

Roberto se considera “un milagro de Dios y un trofeo del IMSS”. Así lo declara, ya que en todo momento los médicos de esta institución de salud le brindaron apoyo y el Creador siempre, hasta en los momentos más difíciles, estuvo a su lado.

Es ahora una persona en condiciones normales como cualquier otra que hace cualquier tipo de actividades. Inclusive, su recuperación post-operatoria fue tan rápida que dejó sorprendidos a sus doctores. Seis meses de reposo le dijeron que eran indispensables para asegurar el éxito del trasplante.

Este hombre de voz fuerte y pausada, dice orgulloso que los 15 días después de su operación, habían sido equivalentes al tiempo estimado por los especialistas.

Con autorización de los nefrólogos, el primero de marzo reanudó labores en la secundaria y preparatoria Luis Aguirre Benavides donde por seis años, con su tratamiento de diálisis peritonial ambulatoria, dio clases frente al grupo y ahora como trasplantado, es responsable del Departamento de Prefectura.

“Mi familia y yo hemos tenido que superar muchas cosas después de la intervención quirúrgica”, comenta. Añade que en un principio como ser humano se dobló y fue egoísta. “La vida da golpes y eso hace a uno cambiar de mentalidad”.

Ejemplo de vida

En junio de este año cumple 31 años de servicio en el ámbito educativo. Quien conoce a Roberto por primera vez pareciera que nunca pasó por el vía crucis que significó su enfermedad, pues tiene un carácter alegre, dicharachero y mucha energía. “Es que el dolor lo cambia a uno, hace que valore más la vida”.

Por diez años ejerció su profesión de Contador Público en la compañía de gas Silza. En 1990 es cuando regresa a Torreón para incorporarse en la preparatoria y secundaria donde hoy trabaja. De ser una persona sana, en forma sorpresiva empieza a retener líquidos que provocan inflamación severa en todo su cuerpo. “Se trata de insuficiencia renal crónica”, fue el resultado de los análisis.

A partir de ese momento, su vida cambió, dice y su mirada se ensombrece. Al tiempo, una sonrisa asoma en su rostro. Sus “riñones se estaban secando”, por eso el nueve de marzo de 1992 lo internaron para el 13 de ese mes, colocarle un catéter de Tenko, para dar paso a la diálisis peritonial ambulatoria.

Se trata de un tratamiento que desgasta en forma física y moral al paciente. “Se le altera a uno el carácter, en momentos es triste, alegre y otros llenos de ira”. Por eso él y su familia tuvieron necesidad de acudir con el psicólogo y psiquiatra para aceptar la enfermedad y poder convivir con ella, como si fuera una compañera.

Su familia nunca lo abandonó, su esposa fue todo para él en esos momentos de prueba. El apoyo de sus dos hijos —Julieta y Roberto— y su mujer, significó el éxito de su tratamiento y recuperación. El cariño de amigos, familiares y compañeros de trabajo fueron también el antídoto durante su enfermedad.

Un hecho de suma importancia en su tratamiento que le permitió superar todos los obstáculos y que lo llenó de fortaleza fue que las autoridades educativas de la Luis Aguirre Benavides —con autorización de los médicos— le permitieron trabajar frente al grupo por seis años.

Cuatro veces al día se dializaba. Sólo los primeros dos meses requirió ayuda de su esposa. Los médicos le dijeron que él podía hacerlo, ya que tenía buena vista y pulso y así sucedió.

El encuentro

Cuatro meses después de la operación, Roberto se entrevistó con la mamá de Gustavo. La señora al verlo, no pudo evitar correr para darle un abrazo, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

“Ese abrazo me conmovió”, añade. El riñón de su hijo le había devuelto la vida a él y la alegría a su familia. Una ola de sentimientos se agolpó en el corazón de Roberto al recordar la escena, ya que comenta que experimentó alegría y tristeza a la vez, “algo que no se puede describir”, dice con la voz quebrada por contener el llanto.

Cuando el personal de transplante hizo la valoración correspondiente y determinó que Roberto, del resto de los pacientes en espera de ese órgano, era quien estaba en condiciones de recibir el riñón de Gustavo, el regalo que pidió se presentó casi en forma inesperada. Roberto, su familia y la de Gustavo, han acudido a visitar su tumba, además mantienen comunicación frecuente.

Ahora forman parte de su vida. Cada día que pasa, Roberto la valora más y cuando sus ojos perciben la luz del día, no puede dejar de dar gracias y de elevar una oración para el joven que ahora vive en él.

Regalar vida después de la vida, todos podemos, afirma. Sólo es necesario tener voluntad, valor y amor a nuestros semejantes.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 69987

elsiglo.mx