Celebran católicos Domingo de Ramos en los templos y calles de la Comarca Lagunera.
EL SIGLO DE TORREÓN
COMARCA LAGUNERA.- Con palmas en forma de cruz adornadas con flor de manzanilla, los fieles católicos participaron en la tradicional procesión del Domingo de Ramos. Se recordó la forma en que Jesús de Nazareth fue recibido a su llegada a Jerusalén.
Como todos los años, una población ferviente se dio cita a temprana hora en la Alameda Zaragoza donde partió la peregrinación hacia la Catedral de Nuestra Señora del Carmen de Torreón. Los vendedores también hicieron acto de presencia para acomodar sus ramos entre los presentes, que se amotinaron luego para la bendición sacerdotal de estos símbolos.
La gente congregada ahí, reverenció con sus palmas en mano al hijo de Dios vivo que todo el tiempo los acompañó hasta su llegada al recinto religioso donde inició la misa dominical en que el evengelio, refirió la Pasión de Cristo.
El templo fue abarrotado por fieles que llevaban en sus manos los ramos benditos y que escuchaban atentos a José Guadalupe Galván Galindo, Obispo de la Diócesis de Torreón: “Hoy iniciamos la Semana Santa para recordar la muerte y la resurrección de nuestro señor Jesucristo”.
Recordó la manera en que Jesús entró en Jerusalén donde fue recibido como Rey. Expuso que en las iglesias católicas de todo el mundo, el pueblo se reúne para participar en la procesión del Domingo de Ramos.
Superstición y fe
Mientras tanto, en Gómez Palacio, entre superstición y fe, cientos de católicos celebraron el inicio de la Semana Santa con el Domingo de Ramos. Las palmas y la manzanilla, para algunos es recordar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Otros tienen la creencia de que si colocan los ramilletes detrás de las puertas de sus casas, tendrán buena suerte durante el año.
Antes de las diez de la mañana, los católicos se congregaron en la Iglesia San Juanita. Ahí el padre Herminio Talavera Cárdenas bendijo los ramos para iniciar la procesión hacia la Parroquia Santa María de Guadalupe.
Sobre la avenida Independencia, la procesión contagió de fe a los automovilistas y a los peatones. Algunos detuvieron momentáneamente sus vehículos para observar la peregrinación y persignarse cuando la figura de Cristo, pasaba junto a ellos.
Y mientras la procesión recorría la avenida, en el interior de la Parroquia otra multitud esperaba. Con ramos de palmas y manzanilla en sus manos, a cada instante volteaban a la entrada y veían el reloj un tanto inquietos.
Minutos más tarde, la figura de Cristo, los doce apóstoles y los fieles, entraron a la iglesia. Los rezos, los cantos, no se hicieron esperar.
El padre Talavera Cárdenas explicó que la cuaresma termina el próximo jueves santo. En Domingo de Ramos, se celebra el relato de la pasión de Cristo. “La iglesia prepara durante 40 días a los fieles para que estén listos para el Misterio Pascual, es decir, la pasión, la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesús”.
A través de la oración, de la penitencia, de la limosna, la iglesia se prepara para celebrar el Misterio Pascual. “Nos invita a contemplar cómo Jesús vino a ser el Mesías anunciado por los profetas en las escrituras”. Los cristianos celebran en Semana Santa que gracias a la muerte de Jesús hay vida y que por su obediencia participan en el reino de Dios a través de la bondad, de la justicia y de la verdad.
El cura advierte: mientras en el mundo siga existiendo la injusticia, el odio, el rencor, las desigualdades, la discriminación, el ser humano seguirá haciendo presente la cruz de Cristo en su vida diaria porque se niega a abrirse a los frutos de la redención.
Ya no es como antes
Cientos de lerdenses se dieron cita a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús para que presbítero Rubén González Romero les bendijera los ramos que se utilizan para celebrar la entrada de Jesucristo en Jerusalén.
Desde temprana hora algunos comerciantes colocaron unos sencillos puestos en la banqueta de esta parroquia, aprovecharon que muchos católicos acudirían a misa en el Domingo de Ramos y ofrecieron sus productos en precios muy variados, desde cinco hasta 30 pesos, dependiendo de la pieza.
“Ya no es como antes, sí vendemos, pero antes la gente participaba más en la Semana Santa, ahora hay muchas personas que prefieren irse a pasear o quedarse en su casa viendo la televisión que venir a misa”, dijo María de Lourdes García, quien desde hace varios años vende ramos en esta fecha.
A las 11:00 horas los fieles se reunieron en el Parque Victoria y desde ahí partieron en procesión solemne hasta la parroquia. A las 12:00 horas se ofició la misa de la pasión del señor y por la tarde nuevamente hubo dos mismas para la bendición de los ramos.
Así fue como la fe católica recorrió de nuevo las calles y los templos de las tres ciudades del área conurbada de la Comarca Lagunera para dar inicio a la Semana Santa.
LA VENTA
Las banquetas de la Parroquia Santa María de Guadalupe fueron insuficientes para los vendedores de ramos de palma y manzanilla. Los fieles también pudieron comprar crucifijos y todo tipo de estampas religiosas. Martha Martínez lleva 16 años vendiendo ramos. Desde la semana pasada comenzó con el corte de palma en los cerros del ejido Santa Anita. El sábado acudió a Villa Juárez para comprar la manzanilla. Las estampas las consigue en Torreón. A decir de Martha la inversión para hacer los ramos es mínima. “Las ganancias cada año son menores porque hay más gente vendiendo, pero bueno hay para todos”.
DESDE MUY TEMPRANO...
Más de mil sampetrinos acudieron ayer durante todo el día para bendecir sus ofrendas en el tradicional Domingo de Ramos. La iglesia de San Pedro Apóstol fue la más concurrida de este municipio, atrayendo a turistas y pobladores de otras regiones de La Laguna.
Desde las cinco de la mañana comenzaron a llegar a este templo pocas familias de este municipio, quienes adquirían los ramos que en las cercanías les ofrecían los vendedores ambulantes en cinco pesos por pieza. Pudieron percibirse una cantidad considerable de turistas extranjeros y de las poblaciones cercanas a este municipio.
Aunque el número de ambulantes no fue el de otros años, esto no provocó que en las banquetas y la plaza principal los comerciantes aprovecharan la multitud que acudió al lugar. Pero en ningún momento el tránsito se vio afectado en su accionar.
La mayor afluencia de personas se registró alrededor de medio día, en que se llevó a cabo la tradicional misa. Mucha gente se quedó afuera, debido a que el templo resultó insuficiente para la cantidad de feligreses que acudieron.
Los católicos compraron sus ramos antes de ingresar a la iglesia, algunos adquirían más de uno y contribuían al mercado de flores. Niños en las esquinas, una cuadra antes de llegar al templo, se adelantaban a la llegada de más compradores.
“Siempre hemos venido todos los años porque este es un día muy especial para nosotros y mi familia, porque nunca dejaremos de celebrar la Semana Santa ni la significación de Jesucristo así como su muerte y resurrección”, dijo una señora de edad avanzada con mucho entusiasmo.
