EFE
MÉXICO, DF.- Las remesas que envían los mexicanos en el exterior, especialmente desde Estados Unidos, son un sostén fundamental para más de 1.4 millones de hogares en México, señalaron ayer fuentes oficiales.
"Uno de los impactos más directos y visibles de la migración es el que constituye el envío de remesas, sostén fundamental para más de 1.4 millones de hogares mexicanos", afirmó el Consejo Nacional de Población (Conapo) en un comunicado por el Día Internacional del Migrante.
La entidad señaló que en la actualidad hay alrededor de diez millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos, de los cuales se estima que unos 4.5 millones son indocumentados.
Pero la cifra se estira hasta 26.6 millones si se incluye a los estadounidenses de origen mexicano, "lo que representa nueve por ciento de la población de Estados Unidos y 25 por ciento de la población de México", enfatizó.
Las remesas en los primeros diez meses del año alcanzaron la cifra récord de 13 mil 805 millones de dólares, un 23.3 por ciento más que en igual período del año pasado.
Los envíos de remesas van dirigidos mayoritariamente a los estados de la franja occidental e interior del país: Michoacán, Guanajuato, Zacatecas y Jalisco, que son los mayores focos de emigrantes mexicanos.
México está llegando al fin de la etapa de crecimiento demográfico acelerado y se prevé que alcance su máximo de población (130 millones) en 2050, para cuando su estructura por edades también habrá variado, y tendrá más viejos.
Sin embargo, el Conapo comentó que "la verdadera liberación de las presiones migratorias dependerá de una profunda transformación en las condiciones estructurales en que opera el mercado laboral mexicano y de la reducción de las brechas económicas y salariales entre México y los Estados Unidos".
"Los inmigrantes no constituyen una amenaza para la seguridad de los Estados, pues son personas que simplemente buscan la mejora de sus condiciones de vida y su trabajo promueve de manera importante el desarrollo de las economías de las naciones que los reciben", dijo.
Alcanzar un acuerdo migratorio con Estados Unidos es una de las prioridades para el gobierno del presidente mexicano, Vicente Fox, pero las negociaciones están estancadas desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
En enero de este año el presidente de EU, George W. Bush, lanzó una iniciativa para legalizar a trabajadores indocumentados y se comprometió a avanzar en su aprobación en el Congreso en su segundo mandato.
"La inmigración de mexicanos a EU es un fenómeno estructural y permanente de la relación bilateral, el cual es imposible de frenar en el corto plazo y cuyas ramificaciones penetran cada vez más profundamente en todos los ámbitos de la vida nacional de ambos países", afirmó el Conapo.
"Una solución de fondo necesariamente debe involucrar un enfoque bilateral y debe estar enmarcada en las cuestiones de desarrollo y las relaciones económicas y comerciales que vinculan a nuestro país con su vecino del norte", concluyó la entidad.
