12 de enero de 2004.
MONTERREY, México, (Reuters|EFE)- Los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de México, Vicente Fox, sellaron el lunes una renovada amistad en Monterrey, al inicio de la Cumbre Extraordinaria de las Américas sazonada por las críticas a Washington y donde se ventilan sin pudor los problemas del vecindario.
Antes del inicio formal de la cumbre de dos días, la agenda estuvo repleta de encuentros bilaterales en los que se abordaron temas diversos, desde migración y ayuda financiera hasta antiguas demandas limítrofes.
Tras una reunión bilateral de más de una hora, los presidentes de EEUU, George W. Bush, y México, Vicente Fox, ofrecieron una rueda de prensa conjunta en la que destacaron sus coincidencias en temas políticos y económicos.
Además, dieron muestras de la mutua simpatía que se demostraban en los inicios de sus respectivos mandatos, a comienzos de 2001.
"Gracias a usted y a Marta por ser nuestros amigos, recuerdo muy bien la visita a su rancho y queremos ahora invitarlos a visitar el nuestro (en Texas) el 5 y 6 de marzo", le dijo ante la prensa Bush a su colega mexicano.
Bush hizo hincapié en que "los lazos de amistad y los valores que comparten las dos naciones son fuertes" y que el enorme trabajo que efectuaron para "sobrellevar" desafíos conjuntos "está dando frutos".
Estados Unidos es el socio comercial más importante de México, que destina alrededor de un 90 por ciento de sus exportaciones a ese mercado, del que es el segundo mayor abastecedor.
Ambos países y Canadá son socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) desde hace diez años.
Destacaron que el acuerdo ha tenido un impacto positivo en la región, pero subrayaron que se debe seguir trabajando en el proceso de integración y liberalización, tanto en Norteamérica como en todo el continente.
Fox fue incluso más allá al considerar que la "iniciativa de Norteamérica" es "una meta paralela y adicional" para "expandir las economías, generar más empleo y mejorar la calidad de vida en los países".
El gobernante mexicano propuso el año pasado revisar y ampliar el acuerdo, iniciativa que se conoció como "TLCAN Plus", pero que fue rechazada de forma tajante por sus socios.
A través de este nuevo proyecto se retoma en parte su idea, pero se combina comercio y seguridad, una de las principales preocupaciones de EEUU.
Paralelamente, se anexa un plan de regulación de indocumentados a través de un programa de trabajos temporales, una de las principales aspiraciones de México.
La propuesta de trabajos temporales para ocupar los puestos que los estadounidenses no ocupan fue anunciada por Bush la semana pasada, pero todavía debe ser presentada al Congreso para su discusión, por lo que es improbable que se haga realidad este año.
Se calcula que en EEUU hay entre ocho y doce millones de indocumentados, de los cuales unos cuatro millones son mexicanos, según datos oficiales.
El plan incluye otorgar visas temporales por tres años renovables a los trabajadores extranjeros que radiquen en EEUU y a aquellos que vivan en el exterior, pero que tengan una oferta de empleo.
Bush insistió en que de ninguna manera se tratará de una "amnistía" para los indocumentados que abra la puerta a la adquisición de la ciudadanía estadounidense.
Subrayó que contendrá incentivos económicos para que los empleados regresen a sus hogares una vez que termine el periodo de contratación.
Entre estos incentivos mencionó el otorgamiento de una línea de crédito a los trabajadores en los sistemas de pensiones de sus países mientras dure el trabajo.
"La migración beneficia a Estados Unidos, son personas decentes y honestas que se ganan la vida (...) llegan a cumplir sus sueños y en ese proceso enriquecen a la nación", dijo.
Solucionar el problema migratorio es unas de las prioridades de Fox y, aunque las conversaciones para lograrlo partieron de forma prometedora en 2001, con una mutua simpatía entre ambos mandatarios recién llegados al poder, los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 modificaron las prioridades de EEUU y estancaron las conversaciones.
La negativa de México a apoyar en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU la intervención estadounidense en Irak terminó por apartar el asunto de la agenda estadounidense.
Pero ahora, Bush ha optado por retomarlo, justo en un año en que busca la reelección como presidente y en que los analistas estiman que el voto hispano será fundamental.
Indocumentados saldrán de las sombras
En conferencia en el Hotel Quinta Real, Fox dio la bienvenida al mandatario estadounidense y señaló que durante la reunión estuvieron platicando sobre la propuesta migratoria.
Por su parte, el mandatario estadounidense invitó al presidente mexicano y a su esposa para el próximo 5 y 6 de marzo.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aseguró que con su plan migratorio los indocumentados "podrán salir de las sombras" y tener una identidad y señaló que su gobierno no se pude permitir tener una subclase de indocumentados.
Habló de las bondades de su propuesta migratoria y destacó que incluso Estados Unidos se va a beneficiar de esta iniciativa, que reconoce el trabajo de miles de mexicanos honrados y honestos que laboran en la unión americana.
Indicó que su plan que propuso la semana pasada al Congreso de EU va a ayudar que la migración sea ordenada y segura.
Dijo que el programa temporario va a encontrar puestos de trabajo, que no hayan querido los estadounidense, con ello los trabajadores indocumentados podrán salir de las sombras.
Encuentros bilaterales
EFE.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 34 países americanos menos Cuba se reúnen hoy en una cumbre que tiene un fuerte contenido social, pero que servirá también para intensificar los contactos bilaterales.
La reunión, en la que se hablará de crecimiento con equidad, desarrollo social y gobernabilidad democrática, dará comienzo en las próximas horas, pero los presidentes han aprovechado la mañana para realizar numerosos encuentros bilaterales.
El anfitrión de la cumbre, Vicente Fox, mantuvo a primera hora un desayuno con los gobernantes de los países caribeños, y luego se reunió con el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Koehler.
Posteriormente lo hizo con los mandatarios de Bolivia, Carlos Mesa; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Costa Rica, Abel Pacheco, y Chile, Ricardo Lagos.
Por la tarde, Fox se entrevistó con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para hablar de temas migratorios, el combate al terrorismo y las perspectivas del Tratado del Libre Comercio de América del Norte.
También los presidentes de Bolivia, Brasil, Chile, Argentina (Néstor Kirchner), Colombia (Alvaro Uribe) y Perú (Alejandro Toledo) han realizado múltiples contactos bilaterales y con otros mandatarios de la región durante la mañana.
En tanto, el encuentro entre Fox y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hubo de posponerse para mañana, debido a que el avión del mandatario venezolano arribó con retraso a Monterrey.
Nada más llegar, Chávez echó un jarro de agua fría sobre las expectativas de alcanzar acuerdos sustanciosos durante este encuentro que ayer anticipaban el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, y el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez.
"Estas cumbres no sirven para nada, porque el modelo liberal ha empobrecido a América Latina", aseguró el mandatario venezolano a su llegada a Monterrey.
"Nosotros vamos de cumbre en cumbre y nuestros pueblos, de abismo en abismo", afirmó el presidente de Venezuela, quien recalcó que "jamás" retirará su apoyo a Bolivia en el contencioso que este país mantiene con Chile para recuperar la salida al mar que perdió en la Guerra del Pacífico en 1879.