04 de marzo de 2004.
Naciones Unidas, (EFE).- El embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Milos Alcalay, presentó hoy su dimisión en el cargo, debido a la situación que atraviesa su país, especialmente por la falta de respeto a la democracia y a los derechos humanos.
En declaraciones a los medios de comunicación, a los que convocó para dar a conocer su decisión, Alcalay lamentó la creciente confrontación y "bipolarización" que atraviesa Venezuela, país al que ha representado como diplomático durante más de 30 años.
"Tristemente, Venezuela está ahora desprovista de los principios fundamentales con los que estoy profundamente comprometido", lo que le ha llevado, "con gran pesar" a presentar su dimisión.
Milos Alcalay es uno de los diplomáticos venezolanos con una carrera más dilatada y respetada, ya que ha representado a cerca de una decena de gobiernos de diferentes orientaciones políticas, en países como Brasil, Israel y Rumanía, y también ha sido vicecanciller en 1998.
Su trayectoria profesional revela, según dijo, que su compromiso con su patria ha sido "integro", si bien ahora se ha visto obligado a dimitir por la "dramática situación que vive Venezuela".
Tal y como dijo, su país se está alejando de los tres principios fundamentales que deben regir la diplomacia, como es la "protección de los derechos humanos, la indeclinable necesidad de la plena vigencia de un régimen democrático, y la necesidad de que se actúe a través del diálogo constructivo".
Hoy en día, Venezuela sufre una gran confrontación y "bipolarización", lo que está afectando no sólo a "mis compatriotas, sino también a la imagen y la presencia de Venezuela en sus relaciones con el mundo exterior".
Como representante ante la ONU, dijo, "no puedo permanecer indiferente cuando en mi propio país no se respetan los derechos humanos. La comunidad internacional ha visto con asombro la increíble represión militar, unida a la represión de la policía política".
Las consecuencias han sido la "pérdida de vidas humanas, heridos graves, personas desaparecidas, y políticos presos sin juicios", mientras que "mujeres y niños son acosados por una brutal e inaceptable reacción primitiva de las autoridades del orden o de quienes les dan instrucciones".
Igualmente, relató, no se están respetando los principios democráticos cuando se está dilatando la posibilidad de realizar un referéndum, lo que muestra que "los rectores han asumido una posición militante que viola claramente el espíritu y propósito de la Constitución Bolivariana".
Milos Alcalay ha mostrado su esperanza que en la "sensatez llegue a unir a los venezolanos, pero para ello es absolutamente necesario regresar a la plena vigencia de la democracia y al peno reconocimiento de los derechos humanos".
También pide que se defina de manera clara "una diplomacia de Estado, orientada a proyectar los valores de una Venezuela solidaria, protagónica y respetuosa de los derechos de otras naciones".
Por ultimo, hizo un llamamiento para que "todos los venezolanos podamos reunirnos de nuevo en la consolidación de un gobierno de salvación nacional, regido por los principios éticos que han inspirado a nuestra patria de todos los tiempos, y los valores éticos de una sociedad justa, transparente y solidaria".