EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- En octubre del año pasado, Julia Hernández Reyes comenzó a notar mal su automóvil Celebrity 88 y al llevarlo al taller, le informaron que la bomba de la gasolina ya no funcionaba. Hubo necesidad de reponerla y desembolsar mil pesos.
Hace pocos días, de nueva cuenta Julia notó que su coche presentaba las mismas fallas; no desarro-llaba y se tironeaba. Otra vez lo llevó al taller y... la bomba de la gasolina ya no servía. En cinco meses dos bombas.
Molesta por esa situación y al no haber otra alternativa, se vio en la necesidad de volver a pagar otros mil pesos para poder usar su vehículo, pero se enteró por El Siglo de Torreón que podría presentar su queja en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para recuperar su dinero y ayer acudió a las oficinas.
Otro caso es el de Francisco Carrera Muñoz, quien con muchos sacrificios, dice, compró una camioneta Ram Charger modelo 98 que la semana pasada comenzó a fallarle hasta que ya no funcionó.
Francisco llevó su camioneta al taller ubicado en calle Comonfort 346 sur, donde luego de revisarla le dijeron que la bomba ya no servía y tuvo que pagar tres mil pesos.
Entrevistado también en las oficinas de Profeco, Francisco cuenta que en su trabajo gana tres mil pesos a la quincena, de tal forma que pagar esa cantidad por la reparación, le significó mucho sacrificio y por eso acudió a la institución para que Pemex le devuelva su dinero.
Así como Julia y Francisco, a diario acuden varias personas que se han visto afectadas por la misma problemática que alcanzó niveles alarmantes, pero según los dirigentes empresariales, se vislumbra ya la solución por parte de la paraestatal, así como la reposición de los daños causados a cientos de automovilistas y empresas.
Diariamente 25
Las refaccionarias de vehículos automotores no se dan abasto con la demanda de bombas de gasolina. La venta se ha disparado hasta en 400 por ciento, según dieron a conocer varios establecimientos del centro de la ciudad.
Un empleado de mostrador de la refaccionaria Lunamar, comentó que en forma normal se venden cinco o seis bombas diarias, pero en los últimos días han llegado hasta las 25 y en ocasiones más.
De igual forma, otros establecimientos dedicados al ramo, reportaron que las ventas se han incremen-tado e incluso se han quedado sin la refacción ante la demanda exagerada.
