Registra ministerial dos suicidios
El martes trece fue un día de muertos, pues en el transcurso de la mañana se dieron a conocer cinco casos en los que se descubrieron cadáveres de personas que perecieron por diferentes razones, algunos de ellos se quitaron la vida.
El primero de los hechos fue el ocurrido en Villa Unión, cabecera municipal de Poanas, en donde se localizó el cuerpo sin vida de José Ignacio Ávila Sarabia, quien contaba con 14 años de edad y tenía su domicilio en calle Felipe Ángeles, número 203, de la colonia José Revueltas.
Como lo dio a conocer oportunamente El Siglo de Durango, en dicha población ocurrió un accidente el 5 de abril, en donde pereció atropellada Yessenia González Gallardo, mientras que el responsable del incidente, Eduardo Antonio Delgado Sarabia, de 23 años, había resultado gravemente lesionado. Pero la historia no terminó ahí.
Resulta que en el vehículo, una camioneta, también viajaba José Ignacio Ávila, quien resultó con serias lesiones en su cuerpo, pero, aparentemente, ante el temor de sufrir algún castigo, se ocultó en una casa en construcción cercana al lugar.
Incluso, sus padres pensaron que el jovencito había huido por miedo a ser reprendido, por lo que empezaron su búsqueda e interpusieron una denuncia por desaparición ante la Procuraduría General de Justicia, la cual terminó con el descubrimiento de su cadáver.
El menor se ocultó en una casa, en la azotea de la misma, pero la fractura de cráneo, en las costillas y el daño en algunos órganos internos le cortó la vida, por lo que permaneció en ese lugar por siete días sin ser ubicado.
Por otra parte, el servicio de emergencias 066 recibió una llamada en la que se reportaba la localización de una persona ahorcada, que pendía de un árbol en las inmediaciones del libramiento de la carretera Torreón a México, por lo que acudieron al sitio elementos de Seguridad Pública Municipal y de la Procuraduría General de Justicia.
En el sitio encontraron a un sujeto no identificado, que vestía una camisa vaquera a cuadros, beige con negro, un pantalón de mezclilla negro, con una estatura de aproximadamente un metro con ochenta centímetros, de complexión delgada y con una edad que oscila entre 46 y 48 años.
El caso lo investigan el agente del Ministerio Público y elementos de la Policía Ministerial, pues a pesar de que aparentemente se trata de un suicidio, el hecho podría tener otra base, como el asesinato.
Otra de las muertes se suscitó en una de las viviendas ubicadas en la colonia Calles, de El Salto, cabecera municipal de Pueblo Nuevo, en donde se localizó a Alejandro Aragón Deras, de 24 años, ahorcado en el interior de un granero.
Este joven fue localizado amarrado por el cuello con un cable para energía eléctrica el cual ató a una viga, y fue su propio padre, Alejandro Aragón, quien lo encontró y comentó que el muchacho era adicto a las drogas, situación que lo pudo haber orillado a tomar la fatídica decisión.
CULTIVOS
Dos campesinos
En el campo también dos agricultores encontraron la muerte en plena superficie de cultivo, aunque uno de ellos fue por muerte natural, mientras que el otro sufrió las consecuencias de ingerir periódicamente bebidas embriagantes.
Carlos Flores Melchor, de 58 años, vecino del poblado Narciso Mendoza, del municipio de Poanas, falleció de un infarto agudo, aparentemente cuando se dirigía hacia su sitio de trabajo a bordo de una bicicleta, desconociéndose el tiempo que duró muerto en el lugar, pero fue localizado por algunos pueblerinos que pasaron por el lugar.
Por su parte, Venancio Flores García, de 58 años, vecino del poblado San José de Avino, del municipio de Pánuco de Coronado, fue localizado sin vida en las inmediaciones de un potrero a las afueras de esa población, a causa de una intoxicación etílica.
El cadáver fue identificado por su esposa Candelaria Ángel Valdés, de 55 años, quien aseguró que su marido tenía por lo menos cinco días de dedicarse a consumir bebidas embriagantes.