No se han especificado el número de muertos y heridos, además, autoridades aseguran que la causa de la explosión no fue una bomba.
28 de junio 2004.
ANKARA, (Reuters) - Una fuerte explosión que se oyó el lunes cerca del Ministerio de Defensa en Ankara, capital de Turquía, no fue causada por una bomba, informó la policía, según la agencia estatal de noticias Anatolian.
Una cámara de seguridad explotó en un edificio utilizado por el Ministerio de Defensa de Turquía, dijo el jefe de la policía, Ercument Yilmaz, según Anatolian.
"La causa de la explosión no fue una bomba", dijo Yilmaz a la cadena de televisión privada CNN Turk, informó Anatolian.
Las ventanas de la planta baja del edificio estaban destruidas, pero no se dieron a conocer reportes inmediatos sobre muertos o heridos, dijo la agencia noticiosa.
Más de 40 líderes mundiales, incluido el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se hallan en Estambul para participar en una reunión de la OTAN que comenzó el lunes.
Una serie de ataques con bomba, sobre los que se han responsabilizados a sectores izquierdistas, han estremecido a Turquía antes de la cumbre de la OTAN, a pesar de las fuertes medidas de seguridad que se han tomado en la nación.
Según Anatolian, Ammet Sener, un testigo, dijo: "Vi un pedazo de metal cerca del lugar de la explosión. Después vi otro paquete, como un paquete de regalo, y avisé a la policía".
Un equipo antibombas también hizo estallar un paquete sospechoso en el lugar después de la explosión inicial, reportó CNN Turk.
Una bomba mató el jueves a cuatro personas. El Frente-Partido de Liberación Popular Revolucionario, la mayor facción izquierdista de Turquía, se adjudicó la responsabilidad del hecho en un comunicado enviado a Reuters.
Protestas violentas han surgido en Turquía durante la conferencia de la OTAN, que concluirá el martes.
En Estambul, más de 30 personas resultaron heridas y docenas fueron arrestadas el lunes durante una manifestación izquierdista en una zona alejada del sitio donde se celebra la conferencia cumbre.
Las explosiones recientes han estremecido a Turquía, donde en noviembre hubo ataques devastadores con bombas en los que murieron más de 60 personas y hubo cientos de heridos.
La red Al Qaeda, de Osama bin Laden, se adjudicó la responsabilidad de dichos atentados contra judíos y objetivos británicos en Estambul.