Es el tercer caso de suicidio inhalando monóxido de carbono en menos de dos días, tras los dos casos de los que se informó hoy y ayer que implican a otros siete suicidas.
Tokio, (EFE).- La policía de Shizuoka, al suroeste de Tokio, halló hoy los cuerpos sin vida de dos hombres y dos mujeres que, según los primeros indicios, se suicidaron al inhalar monóxido de carbono desprendido por dos hornillos en un automóvil cerrado.
Este es el tercer caso de suicidio en grupo con este mismo método en menos de dos días, tras los dos casos de los que se informó hoy y ayer domingo que implican a otros siete suicidas también asfixiados en un automóvil y un apartamento, en la provincia de Gunma y en Tokio, respectivamente.
Estas once muertes elevan a 26 el número de jóvenes que han acabado con su vida en los dos últimos meses asfixiados en vehículos cerrados y apartamentos, en las que se vienen a llamar ya "muertes pactadas" de personas que eligen internet para citarse y suicidarse juntos.
El nuevo caso (comunicado a primera hora de la tarde de hoy cuando aún resonaba el eco de los ocurridos el sábado) sucedió en Shizuoka y los cuatro cadáveres, de dos hombres y dos mujeres (una de ellas de no más de 17 años), se encontraban en una furgoneta aparcada en las cercanías de una presa de esa provincia.
Los varones eran oriundos de Shizuoka y Hiroshima (esta ciudad en el extremo sur de Japón) y las muchachas de Tochigi (al norte de Tokio) y Mie (al oeste de la capital nipona).
Esta procedencia tan diversa (de los cuatro puntos cardinales de Japón) hace suponer a la policía que se trata de un nuevo suicidio pactado por internet, señalaron fuentes de la investigación citadas por la agencia Kyodo.
El anterior caso de suicidio pactado se produjo en la noche del sábado pasado, pero fue este lunes cuando la policía lo comunicó tras el hallazgo de los cadáveres de otros tres jóvenes asfixiados al inhalar monóxido de carbono dentro de un automóvil cerrado.
El vehículo se encontraba en un camino forestal cercano al pueblo de Minakami, en la provincia de Gunma, y en su interior, además de los braseros cuya combustión causó la asfixia de los jóvenes, había una carta que confirmaba su intención de suicidarse y lamentaba "las molestias" derivadas de tal acto.
Los muertos eran un joven estudiante de 24 años de Tokio, una chica de 23 de Niigata, en el noroeste del país, y una mujer identificada como un "ama de casa", de 29 años, también oriunda de la capital nipona.
En otro caso paralelo, también ocurrido el sábado y difundido el domingo, otros cuatro jóvenes suicidas se asfixiaron con el recurrente método de los hornillos en un apartamento de Tokio.
Según los expertos, estos "pactos de muerte" amenazan ya con convertirse en una epidemia entre los jóvenes japoneses.
Desde enero de 2003, unos sesenta jóvenes acordaron su muerte en grupo por internet, un canal que facilita su determinación para suicidarse sin levantar las sospechas de sus allegados.
Los jóvenes acuden a páginas web en las que pueden encontrar a personas que pasan por similares crisis como las que les impulsan a dar ese drástico paso y en cuya compañía encuentran la fuerza necesaria para cometer el suicidio.
El automóvil cerrado o un apartamento con las ventanas y puertas selladas, mientras en su interior braseros portátiles desprenden el venenoso monóxido de carbono en su interior, se han convertido en los escenarios preferidos por estos jóvenes para consumar sus suicidios.
El año pasado, hubo 34.427 suicidios en Japón, es decir, un 7,1 por ciento más que en 2002, la peor cifra desde que en 1978 se comenzaron a recoger datos para esta estadística.