El cáncer es una de las enfermedades con mayor incidencia de mortalidad en el mundo; en lo que se refiere al cérvico uterino (CU) es la primera causa de muerte en México en mujeres mayores de 25 años de edad; Durango ocupa el segundo con una tasa de defunciones de 3.4 por cada 100 mil habitantes, mientras que su principal causa, según estudios médicos, es la presencia del virus del papiloma humano (VPH).
Elva Cortés Gutiérrez, miembro de la División Genética del Laboratorio de Citogenética-Molecular del Centro de Investigación Biomédica del Noreste, del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicado en Monterrey, NL, habla sobre el problema.
Los estudios cromosomales de las células infectadas o con tumoración han explicado que la alteración de estas líneas podría vislumbrar perspectivas alentadoras para la prevención y tratamiento del CU.
Algunos estudios epidemiológicos que se han hecho en el pasado han determinado que los riesgos para el CU han sido, entre otras, el comportamiento sexual, el número de gestaciones, enfermedades venéreas, el uso de anticonceptivos orales y el tabaquismo.
Recientes estudios han determinado que la principal causa del CU es la infección del VPH, y que los cambios cromosomales pueden determinar la progresión del tumor.
Dentro de las investigaciones que se han realizado en el citado instituto, se ha comprobado que en las células con cáncer se encuentra un aumento o una disminución del número de cromosomas, células que contienen un número cromosómico aparentemente normal pero que presentan aberraciones estructurales como duplicaciones, inversiones, etcétera.
Elvia Cortés plantea en sus estudios la posibilidad de lograr algunas modificaciones cromosomáticas en el ADN, con lo que se puede conseguir un adecuado tratamiento o prevención del mismo. Aunque los estudios que se llevan a cabo son muy costosos, es posible que más adelante puedan observarse técnicas de detección de cromosomas cancerígenos o genes que pueden desarrollar la enfermedad.
Por su parte los Servicios de Salud de Durango (SSD) indican que debido a la alta tasa de mortalidad que existe en las mujeres por el padecimiento del CU, es importante que el sector femenino, sobre todo el que mantiene una vida sexual activa, se realice un examen anual para prevenir la apariencia de células cancerígenas o para la detección del VPH.
Generalmente el VPH es un virus que se transmite fácilmente y que afecta sólo a la mujer. El hombre puede ser portador, pero no mantiene problemas oncológicos en este sentido.
El virus del papiloma humano (VPH) atendido en forma adecuada y a tiempo puede prevenir el cáncer. Las lesiones que pueden encontrarse en el cervix de una mujer, a causa de la presencia del VPH, pueden detectarse a tiempo y ser sometidas a distintos tratamientos, con lo que se puede prevenir la presencia tumoral e incluso la muerte, según estima la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Lo peor que puede no hacer una mujer es no hacerse un examen, como puede ser una colposcopía, que puede apreciarse en un monitor, o a través de otras pruebas de detección. El ginecólogo o el médico familiar, o el de cabecera pueden recomendar el mejor método, que se ajuste a las posibilidades económicas de la mujer.