16 de enero de 2004.
Chur, Suiza, 16 ene (EFE).- Un total de 4.700 soldados serán movilizados por el Ejército suizo para proteger a los casi 2.300 participantes, procedentes de un centenar de países, en el Foro Económico Mundial, que reúne del 21 al 25 de enero en la estación de esquí alpina de Davos.
Unos 3.200 soldados del Ejército de tierra y 1.500 de la Fuerza Aérea se sumarán a varios centenares de policía de distintos cantones en ofrecer seguridad a una treintena de jefes de Estado o de Gobierno, setenta y cinco ministros, veintiocho líderes religiosos y un sinnúmero de dirigentes de empresas o representantes de organizaciones multinacionales.
"Las tropas no pueden cometer un solo error y cumplirán a la perfección la misión", aseguró hoy en conferencia de prensa en Chur, capital del cantón de los Grisones, al que pertenece Davos, el brigadier Fritz Lier, jefe de las tropas terrestres.
Los soldados, llegados de toda la Suiza de idioma alemán, así como de Friburgo y el Tesino, obedecerán instrucciones de la policía cantonal de los Grisones, explicó el militar, quien señaló que se movilizará una compañía con cincuenta "unidades especiales" dotadas de perros.
La fuerza aérea vigilará y escoltará los vuelos de las personalidades invitadas al Foro, añadió el jefe de esa arma, Markus Gygax.
Para ello se dispondrá de diversos aviones de combate F/A-18, así como de 22 helicópteros, entre ellos diez del tipo Superpuma, lo que exigirá a su vez la movilización de entre treinta y cincuenta pilotos.
La zona de exclusión aérea en torno a Davos ha sido ampliada a un radio de 46 kilómetros, y dos aviones F/A-18 se encargarán de impedir su violación las veinticuatro horas del día, desde el 19 hasta el 26 de enero.
Los suizos estarán apoyados, además, por la Fuerza Aérea de la vecina Austria: alrededor de doscientos soldados del mando austríaco de vigilancia del espacio aéreo serán destacados a la región fronteriza de Vorarlberg desde Salzburgo.
La eventual decisión de derribar cualquier avión que no respete la zona de exclusión aérea corresponde al ministro de Defensa, Samuel Schmid, quien puede delegar en el comandante de la Fuerza Aérea.
Las numerosas personalidades que asistan al Foro llegarán al aeropuerto al aeropuerto de Zúrich, desde donde viajarán a Davos en helicóptero, en convoyes escoltados por carretera o en una limusina.
A los posibles activistas violentos, procedentes del extranjero, se les impedirá el paso en la frontera. El año pasado esa medida afectó a 600 personas, aunque para esta vez se espera que disminuyan las prohibiciones de entrada en territorio suizo. Las autoridades de los otros cantones suizos estarán también "preparadas" ante eventuales protestas no autorizadas.
Algunos grupos ya han solicitado permiso para manifestarse en Chur y Lugano (cantón del Tesino), pero en el propio Davos no se espera ninguna manifestación importante a diferencia de lo ocurrido en años anteriores.
En Davos, centro de la reunión de algunos de los poderosos del planeta, reinará el estado de emergencia, y cualquiera que se encuentre en el municipio deberá estar en condiciones de identificarse en todo momento.
El perímetro inmediato al lugar donde se celebra el Foro sólo podrá ser franqueado por los vecinos o huéspedes de los hoteles debidamente autorizados.
Se estima que el costo de toda esa operación de seguridad se acercará a los 18 millones de francos (11,5 millones de euros).
