EL SIGLO DE TORREÓN
Vibran las paredes de las casas cada vez que los camiones de una empresa cementera transitan a gran velocidad
TORREÓN, COAH.- Una nube de polvo se levanta por la calle Saturno en la colonia Satélite y la visibilidad se vuelve opaca, gris. Dicen los habitantes del lugar que así es todos los días y a todas horas, de esta manera no puede haber casas limpias, menos autos y ropa en los patios de las casas.
Lucila Yolanda Montoya se queja, comenta que es una barbaridad porque los muros de las casas vibran pues a cada rato pasan los camiones de una empresa cementera a gran velocidad, ya hasta habían pensado cerrar la calle pero al final no se decidieron porque no se pusieron de acuerdo los vecinos.
Para Lucila es un problema eso de la tierra: ?Es que uno nunca acaba de barrer, hablamos y nos quejamos y nunca nos hacen caso. Algunos han ido a la Presidencia pero nada más prometen y ni siquiera se echan la vuelta por acá?.
La señora Montoya ahonda en que han pedido también una placita con una cancha; los jóvenes del lugar no tienen dónde jugar y lo hacen en las calles causando molestias a los peatones y automovilistas. ?Lo que se supone es una plaza es un mugrero, vea, no hay árboles, la hierba está muy grande y las bancas descuidadas?.
Una vecina del lugar, cuyo nombre no quiso proporcionar, pero asegura que fue presidenta de la colonia y es dueña de un mini súper en la calle Satélite, arguye que el problema no es de la empresa cementera, el del Municipio: ?El Municipio debe pavimentar, el polvo no es por culpa de esa empresa, es porque no pavimentan las calles, si lo hacen ya no habrá más tierra qué levantar?.
Ya han sido diez años pidiendo por todos los medios ayuda, pero se ha cansado de que la ignoren. Ya mejor se ha retirado y evita todo tipo de problemas porque nunca le resolvían nada. Ahonda que hace años ?en el 2000- les prometieron pavimento y una iglesia: nada.
A la señora Jello también le ha perjudicado el polvo, dice que su casa se ha cuarteado en varias ocasiones y ella siempre tiene que pagar los gastos, quisiera que el Municipio o la empresa cementera le paguen los daños a su casa, pero todos se lavan las manos. ?Hay veces que todo vibra bien feo por el paso de camiones que hasta las cosas se caen?.
Laura dice que ella es ajena a los problemas de la colonia, pero aprovecha para decir que urge que pavimenten y quiten el basurero que está a la salida, porque a veces hasta perros muertos hay y se vuelve un apestadero que ocasiona problemas respiratorios.
Y una y otra vez los camiones pasan y levantan nubes de polvo que ensucian todo su alrededor, hay momentos del día en que no se puede ver de tanta tierra, la vista se nubla.
Respirar enfermedad
A Margarita Jaques le duele la garganta... y mucho. Es que a sus 43 años de edad el polvo le molesta y el doctor le comentó que son principios de asma. Que se aleje del polvo, que vaya a vivir a otra parte, que cuide a sus niños, todo es imposible siempre y cuando viva en Circuito Satélite.
La colonia ha sido un martirio, estar en casa es la pena y muy apenas puede hablar, le duele tanto la garganta que casi susurra. Ya tiene ocho años en la colonia y desde que llegó fue el problema: el polvo la está deteriorando.
Lo peor del caso para Margarita es que no es sólo ella, su pequeño Jesús Alejandro, de seis años, también presenta problemas: uno es debido al polvo, y otro al basurero. Hace algunas semanas le salieron ronchas en la cara, cerca de la boca, el doctor dijo que era alergia y está sufriendo por ello.
También a la hija de quince años le han salido ronchas y aparte le duelen los ojos, Margarita ya no está segura si es por el polvo o por el basurero. Lo cierto es que hace tiempo mandó una carta a Atención Ciudadana y nunca fueron.
Comenta que hasta víboras y alacranes han encontrado cerca del basurero, cerca de donde juegan sus hijos. A Jesús Alejandro no le interesa mucho lo que dice su mamá, se entretiene dando una explicación acerca de un animal ponzoñoso que se encontró mientras jugaba y que papá le dijo era un alacrán:
?Estaba blanco, blanco y tenía una cola puntiaguda que movía de abajo hacia arriba, estaba bien feo, me dio miedo y mi papá dijo que eran malos?. Margarita le da crédito a la versión de su hijo y dice que ella ha visto a más de uno de éstos en las calles, está muy preocupada.
En un instante Jesús Alejandro se aleja deslizándose en su patineta, lo hace de panza para no caer y sus manos tocan la tierra. El polvo se levanta y Margarita empieza a toser, les dice que entren: le duele la garganta.