El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoce que el presupuesto para 2005 es realista.
Notimex
MÉXICO, DF.- El proyecto de Presupuesto para 2005 que presentó el Ejecutivo Federal es el esperado por los mercados financieros como reflejo de una percepción realista de la autoridad, que no genera expectativas falsas, así lo aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Por ello, el marco macroeconómico planteado para el presente año y el siguiente, si bien sigue siendo favorable, responderá más a los estímulos externos que al fortalecimiento de los problemas estructurales que afectan a la economía, señaló.
El Programa Económico para 2005 que presentó el Gobierno Federal enfrenta un ambiente poco propicio en la Cámara de Diputados para el trabajo en equipo y el logro de acuerdos, "aunque por lo menos ya no se tendrá el problema de falta de tiempo para su análisis".
Ante el escaso margen de maniobra de las finanzas públicas, dado el retraso de los ajustes fiscales necesarios, era de esperarse que el panorama financiero del sector público previsto para 2005 fuese nuevamente de austeridad.
La previsión de menores ingresos sin duda fue un factor determinante para que en materia de gasto se estimara una reducción en términos reales, especialmente ante la necesidad de preservar el grado de inversión y el riesgo país, importantes para garantizar la viabilidad del entorno de estabilidad a largo plazo.
El programa no contempla la posibilidad de una nueva crisis, lo cual es una importante señal para todos los agentes económicos y la inversión.
"Los Criterios Generales de Política Económica y el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2005 presentados por el Ejecutivo simplemente corroboraron el escenario previsto por los mercados", enfatizó el CEESP.
Sobre el crecimiento del PIB, el Programa del Ejecutivo Federal contempla un avance de cuatro por ciento para el presente año y de 3.8 por ciento para 2005.
Esa dinámica está acorde con lo que se espera para la economía estadunidense, que podría crecer 4.4 por ciento y 3.7 por ciento, respectivamente.
El pronóstico de inflación del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado se ubicó en 3.9 por ciento para el cierre de 2004 y en tres por ciento para 2005.
Aunque esas cifras descartan las presiones, se deben tener en cuenta las dificultades recientes que ha enfrentado la autoridad monetaria para contener el crecimiento de los precios al consumidor.
Mucho de ello se puede atribuir a la política para fijar precios públicos, que han sido un importante generador de presiones inflacionarias. Sin embargo, eso no impidió a las autoridades considerar que es factible lograr la meta establecida para 2005.
El entorno que se vislumbra está basado en un comportamiento inercial de la economía, que finalmente seguirá una tendencia en función de la dinámica que muestre, especialmente, la actividad económica de Estados Unidos.
Aun cuando en el actual periodo de sesiones se lograrán acuerdos en materia de las reformas estructurales, sus efectos tomarán tiempo para materializarse, por lo que es prácticamente un hecho que en 2005 no se esperan factores adicionales a los externos que impulsen notoriamente la economía mexicana, sentenció.
Proyección saludable
La disminución del déficit fiscal que plantea el Ejecutivo Federal en los Criterios de Política Económica para 2005 implicará una reducción al gasto público saludable para la economía, señaló el Grupo Financiero BBVA Bancomer.
En su publicación Línea Económica, el grupo agrega que se sacrificará más el rubro de inversión que el de gasto corriente, y que pese a la menor entrada de ingresos petroleros prevista para el siguiente año, propone una reducción en el déficit fiscal del sector público de 0.1 por ciento, contra 0.3 por ciento en este año.
Eso implica una reducción en el gasto público, que si bien es saludable para la economía, el sacrificio será mayor en el rubro de inversión (25.6 por ciento menos) más que en el gasto corriente (que se plantea disminuya 2.9 por ciento).
No obstante, afirma que los Criterios Generales de Política Económica enviados por el presidente Vicente Fox al Congreso presentan un panorama realista, conservador en algunos aspectos, para la economía mexicana en lo que resta de este año y para 2005.
Asegura que el adelanto en la presentación del documento, más de dos meses respecto a años anteriores, es un avance importante que permitirá más tiempo para la negociación y el cabildeo en la Cámara de Diputados.
Detalla que la previsión para el precio del petróleo es conservadora, ya que pasa de una estimación promedio de 29.2 dólares por barril en 2004 a 23 dólares en 2005, una diferencia de 21.3 por ciento.
El argumento para esta baja es que el alza recientemente observada en los precios obedece a una prima riesgo que irá desapareciendo a medida que se reduzca la inestabilidad política observada en algunos de los países exportadores de mayor importancia.
Menciona que aún cuando esa postura es correcta, organismos especializados como el Departamento de Energía de Estados Unidos aseguran que la razón de los precios elevados tiene que ver principalmente con los desequilibrios entre la oferta y la demanda mundial del energético, que estarán también presentes en 2005.
No obstante, acepta que tomar como referencia un precio bajo del petróleo puede ser favorable, sobre todo si con los excedentes se comienza a formar un fondo de recursos petroleros de largo plazo cuyo objetivo sea el ahorro y la inversión, más que el gasto.
Indica que en materia de crecimiento económico, la previsión del gobierno coincide con la del grupo financiero en cuatro por ciento para este año y 3.8 por ciento en el siguiente.