Aunque el sistema volvió a la normalidad, la mayoría de los aeropuertos experimentan retrasos de más de una hora.
03 de junio 2004.
Londres, (EFE).- Numerosos vuelos internos y a todas partes del mundo sufren hoy retrasos en el Reino Unido tras la interrupción del tráfico aéreo provocada esta mañana por un fallo del sistema de control aéreo, que se resolvió una hora después.
Pese a que ese sistema opera ahora con normalidad, la mayoría de los aeropuertos británicos experimentan retrasos de más de una hora a todos los destinos, aunque la situación mejora, declaró a EFE un portavoz del operador aeroportuario BAA.
La causa del caos en los aeródromos de este país, que lógicamente también ha tenido consecuencias para España y Latinoamérica, ha sido un fallo en el sistema informático de control aéreo que utiliza el Servicio Nacional de Tráfico Aéreo (NATS), que tiene su sede en el oeste de Londres.
La avería, que afectó sólo al procesamiento de datos y no a las direcciones que reciben los aviones cuando vuelan, provocó retrasos de entre 30 y 90 minutos en unos 140 vuelos que conectan diferentes aeropuertos del Reino Unido y España, según fuentes aeroportuarias españolas.
Según explicó el director ejecutivo de NATS, Richard Everitt, el fallo del sistema procesador de datos ocurrió cerca de las 5:00 GMT, después de que esa noche los operarios pusieran a prueba una versión actualizada.
Everitt aseguró que el error informático, que se solventó al cabo de poco más de una hora, en ningún caso conllevó una amenaza para la seguridad de los viajeros.
"Tenemos que actualizar el sistema este año y debemos probarlo, siempre con garantías para la seguridad -declaró Everitt-. Ahora debemos investigar por qué hubo este problema".
Para hacer frente a la situación, que a primera hora de la mañana causó una gran alarma, las autoridades británicas obligaron a aterrizar a varios aviones e impidieron la salida de otros, para dar prioridad a algunos que estaban en el aire, mientras solucionaban el problema.
Esta no es la primera vez que se producen problemas en el sistema informático de control aéreo del Reino Unido. En verano del año 2000 un fallo similar ya causó serios retrasos en los vuelos y provocó el caos en los aeropuertos.
