Rebeldes queman oficina de la ONU , una iglesia y un hotel.
AGENCIAS
YAKARTA, INDONESIA.- La violencia sectaria en las Molucas, que ya ha causado siete mil muertes desde 1999, volvió a resurgir ayer en las islas durante un acto independentista en el que fallecieron 12 personas y 88 resultaron heridas, además varios edificios fueron quemados, entre ellos una oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Unas noventa personas han sido hospitalizadas con heridas de distinta gravedad en Ambon, la capital de la provincia indonesia de Molucas del Sur, donde las autoridades han recomendado a los vecinos que no salgan de sus domicilios excepto en caso de extrema necesidad.
Los medios de comunicación locales ofrecían imágenes de la ciudad envuelta en el humo del medio centenar de edificios ardiendo y con la policía patrullando por las calles para restablecer el orden.
El sacerdote católico CJ Bohm, del Centro de Crisis de Ambon, confirmó que grupos de desconocidos quemaron al menos una iglesia y un hotel de la ciudad, situada a dos mil 300 kilómetros al noroeste de Yakarta.
La policía, que hasta el momento ha realizado una veintena de detenciones y ha incautado de otras tantas banderas independentistas, ha reconocido que la situación en Ambon es “tensa”.
El jefe de la policía de Molucas, Bambang Sutrismo, indicó que para hoy lunes se espera la llegada de refuerzos para controlar la situación.
La fuente señaló que la mayoría de las víctimas presentan heridas de bala excepto dos que murieron golpeadas con machetes y otras armas caseras.
Los incidentes comenzaron ayer cuando centenares de simpatizantes del movimiento separatista República de Molucas del Sur, de orientación cristiana, se manifestaban por las calles de Ambon a favor de la independencia. Los manifestantes fueron hostigados por grupos de musulmanes contrarios a la independencia, lo que provocó una batalla campal en la que se escucharon disparos y el estallido de una bomba.
Los incidentes fueron parcialmente abortados por la policía que hizo uso de fuego real.
Según los medios locales, el estallido de la violencia está relacionado con la disputa sectaria que enfrentó a ambas comunidades en 1999 y que causó la muerte de siete mil personas y varias decenas de miles de desplazados.
En febrero de 2002, los dirigentes de las comunidades cristiana y musulmana firmaron un acuerdo de paz con la mediación del Gobierno, aunque después se han producido esporádicos actos violentos.
En esta ocasión, el detonador ha sido la reivindicación de independencia que también enfrenta a las dos comunidades y cuya proporción demográfica en Molucas del Sur es similar.
El conflicto se remonta a 1950, cuando Indonesia, donde el 90 por ciento de la población profesa la religión musulmana, se anexionó esa antigua colonia holandesa y acabó con la fugaz existencia de la República Meridional de Molucas.
En enero pasado, un tribunal indonesio condenó a penas de entre dos y quince años de cárcel a nueve independentistas, entre ellos John Rea, el jefe del brazo armado del movimiento República de Molucas del Sur.
Además, Yakarta ha pedido ha Estados Unidos la extradición de Alex Manuputy, el líder independentista huido a ese país y que se enfrenta también a un juicio por traición al Estado.
Los últimos sucesos no hacen sino acrecentar el peligro de “balcanización” del archipiélago indonesio, como alertara a su llegada al poder en 2001 la actual presidenta, Megawati Sukarnoputri. El gigante indonesio se enfrenta a un problema similar en la provincia de Aceh (extremo norte de Sumatra), donde el Ejército desarrolla desde hace un año una ofensiva militar para acabar con los separatistas del Movimiento para la Liberación de Aceh.
Con menor intensidad, la guerrilla secesionista Movimiento para la Liberación de Papúa lucha desde la década de los años sesenta para reclamar la independencia de esta provincia rica en recursos naturales.