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WASHINGTON, EU.- La consejera de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Condoleezza Rice, dijo ayer a la comisión legislativa que investiga los ataques del 11 de septiembre que el Gobierno actual y el de otros presidentes no respondieron en forma adecuada a las amenazas terroristas.
En su declaración inicial, de 20 minutos de duración, ante la comisión que investiga los atentados del 11 de septiembre de 2001 con aviones secuestrados, Rice dijo: “Los terroristas estaban en guerra contra nosotros, pero nosotros todavía no estábamos en guerra con ellos”.
“Durante más de 20 años creció la amenaza terrorista y la respuesta de Estados Unidos en varios Gobiernos de ambos partidos fue insuficiente”, agregó la funcionaria en referencia al Partido Republicano y al Partido Demócrata.
“Trágicamente, pese a todas las palabras de guerra que se dijeron antes del 11 de septiembre, este país simplemente no estaba en pie de guerra”, añadió Rice.
Su testimonio bajo juramento, transmitido en vivo por televisión, llega en un momento dramático, en el medio de una acalorada campaña para las elecciones en Estados Unidos y de los más duros combates en Irak desde que las fuerzas estadounidenses lideraron la ocupación del país hace un año.
Los críticos del Gobierno del presidente George W. Bush denunciaron que el Mandatario puso más énfasis en Irak que en la amenaza de la red Al Qaeda, de Osama bin Laden, responsabilizada de los ataques a Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001 y que dejaron unos 3,000 muertos.
Las tres principales cadenas de televisión de Estados Unidos tomaron la inusual decisión de reemplazar la programación normal diaria para transmitir el testimonio público de Rice.
La presentación de Rice, de dos horas y media, fue la respuesta del Gobierno de Bush tras el testimonio que dio Richard Clarke, ex jefe de la Casa Blanca en la lucha contra el terrorismo.
Clarke había dicho al panel que Bush ignoró las advertencias sobre Al Qaeda antes de los ataques y que después de ellos, se equivocó al concentrarse en Irak. Pero Rice dijo que “no había una bala de plata que pudiera haber evitado los atentados del 11 de septiembre”.
“En retrospectiva, si algo hubiera servido para evitar el 11 de septiembre, eso habría sido una mejor información sobre las amenazas dentro de Estados Unidos, algo que se dificultó por los impedimentos legales que evitaron recolectar y compartir la información por parte de nuestras agencias de seguridad e inteligencia. Entonces vinieron los ataques”, dijo la asesora de seguridad.
Rice agregó que el inicio de la guerra se remontaba al comienzo de la década de 1980 y dijo que Estados Unidos, como otras democracias amenazadas, esperó hasta que la amenaza fue demasiado peligrosa como para ser ignorada para movilizarse totalmente a fin de enfrentar el riesgo.
Pero la funcionaria dijo que cuando asumió en enero de 2001, el Gobierno de Bush comprendía totalmente que Al Qaeda representaba una amenaza seria.
Rice dijo que Bush recibía informaciones regulares del jefe de la CIA, George Tenet, e inmediatamente comenzó a trabajar para establecer una estrategia para combatir a Al Qaeda.
“El presidente Bush comprendía la amenaza y comprendía su importancia. Él nos dejó en claro que no quería responder a cada ataque de Al Qaeda por separado. Él me dijo que estaba ‘cansado de matar moscas’, dijo Rice.
Durante un período que se conoció como “el verano de las amenazas”, Rice dijo que la administración puso al Gobierno en un “alto estado de alerta y actividad”.
Pero la asesora de seguridad dijo que las amenazas no eran específicas y que la mayoría indicaba que el ataque ocurriría fuera de Estados Unidos, especialmente en Oriente Medio o África del Norte.
Rice agregó que ninguna de las informaciones previas al 11 de septiembre mostró que extremistas fueran a utilizar aviones como misiles.