El Presidente y los Príncipes
Sólo faltaba a Vicente
para ser feliz del todo,
mis oír, codo con codo,
con Felipe y con Letizia.
A nada hay que darle prisa;
todo se da porque sí:
ambos se vieron así
y hasta en mangas de camisa.
Porque hoy se quitan los sacos
lo mismo las democracias
que las viejas monarquías,
pues todo es cuestión de audacia.