Destinos
Diez años se nos han ido
desde que murió Colosio.
Que con ello hemos perdido
nuestro porvenir más róseo,
dicen su padre y aquéllos
que con su muerte perdieron
de un solo golpe el cabello
o un soñado abrevadero.
Es tanta la mala suerte
del pueblo, lo que es el pueblo,
que no hay Colosio que valga,
y de allí su propia muerte.