Lenta muerte
Para Hernando Garrido
y sus hijos, por el sensible
deceso de ?Chepina?, su
esposa y madre.
¡A cuántos que quise he sobrevivido!
Ya casi ni lo sé; pero, yo he muerto,
eso sí que lo sé, porque es muy cierto
que algo de mí se ha ido.
Con cada amigo desaparecido
me voy quedando solo, eso lo advierto,
tan sólo como en el panteón el yerto
amigo tan querido.
La muerte no sucede como vemos;
morimos poco a poco;
con cada amigo que se va, nos vamos.
Y en fila me coloco.
cultivar amistad cuesta una vida;
si se recobra allá, ¡qué bienvenida!