Silencio
Aquel silencio elocuente
le gritaba al Señor Fox
que, al menos, pidiera a Dios
proteger a los prudentes.
Que no es posible vivir
a diario llenos de miedo,
así que o se avienta al ruedo
o se acaba el porvenir.
Y es que la inseguridad
no tiene aquí para cuándo,
y o decide hacerle frente
o a todos nos va tocando.