Como en los viejos tiempos, los Tigres, ahora de Puebla, anuncian una mexicanización total en su roster, lo que incluye, además, al manager, que antes de la decisión era el puertorriqueño ?Maco? Oliveras, y ahora todo apunta hacia Alfonso ?Houston? Jiménez, hasta 2004, timonel de los Guerreros de Oaxaca.
En los muchos años del ingeniero Alejo Peralta al frente del equipo que nació en 1955, la política fue de jugar exclusivamente con peloteros mexicanos, y fue así en donde se dio el surgimiento del famoso Cuadro del Millón, cuando los pesos realmente valían. Gregorio Luque era el receptor, Rubén Esquivias estaba en primera base, ?Kiko? Castro en segunda, Fernando ?Pulpo? Remes en el campo corto y Armando Murillo cubría la ?esquina caliente?.
Con el paso del tiempo vino una escasez de peloteros mexicanos de calidad, y la exigencia de integrar una novena competitiva hicieron que Alejo Peralta aceptara refuerzos extranjeros en su roster, y fue en 1977 cuando José Luis ?Chito? García inició al frente de la novena, para dejar su sitio a Ronnie Camacho. En aquella campaña jugaron con los Tigres: Joe Talley, Mike Walseth, James William Holt, Marvin Lane, John Maxwell, John ?Blue Moon? Odom y el conocido Pete Bonfils, que llegara a la Liga Mexicana con el Unión Laguna.
Extranjeros de mucha calidad han defendido la casaca de los Tigres, y algunos de los más famosos fueron: Tony Castillo, Johan Álvarez, Tony Castro, Archie Reynolds, Chuck Dobson, Erick Mangham, Alvin Moore, Julio Franco y Santos Hernández, este último todavía en 2004 con el equipo felino. Aun antes de su muerte, Alejo Peralta y Díaz Cevallos dijo que su equipo tendría que regresar a puros jugadores mexicanos, y es de cara a la temporada 2005 cuando la directiva que encabeza su hijo, Carlos Peralta Quintero, decide complacer el deseo de su finado padre.
La decisión de la directiva felina se da justo cuando la mayoría de los 16 equipos de la Liga Mexicana de Beisbol aprueban un sexto refuerzo extranjero, situación que aparentemente coloca a los Tigres en desventaja, a pesar de que esa organización es una de las que mejor ha trabajado con el talento joven mexicano.
Los Tigres de Puebla contaron en 2004 con extranjeros de mucha calidad, varios de los cuales ya encontraron acomodo en otros equipos de la liga. El cañonero Guillermo García ya está con Acereros de Monclova; Gus Gandarillas y Santos Hernández son parte de los Olmecas de Tabasco. Falta por definirse el futuro de los lanzadores, Rafael Roque y Max de la Rosa, así como del outfield Manny Martínez.
No es fácil en la actualidad tener una escuadra aspirante al título con puros jugadores mexicanos, pero Tigres ha conseguido algunos refuerzos nacionales porque ha dado a cambio extranjeros cotizados. Al tener tres receptores de calidad, Tigres envió al veterano Carlos ?Gato? Gastelum a los Leones de Yucatán, a cambio del buen inicialista, Omar Pesqueira, mientras que luego de bastantes temporadas, Jesús ?Chito? Ríos regresa con los felinos y lo acompaña el también lanzador Roberto Verdugo, a cambio de los importados Gus Gandarillas y Santos Hernández, cubano y panameño, respectivamente, de excelentes actuaciones con la franela poblana.
La adquisición de Omar Pesqueira a cambio de Carlos Gastelum es una de esas ventas en que los directivos pretenden engañar a los peloteros involucrados, a la prensa e incluso a la afición, pero hoy ya no son tiempos de chuparse el dedo y creer que los Leones de Yucatán se desprenden de un buen abridor mexicano, joven, además, a cambio de un receptor que está en pleno ocaso de su carrera.
Tigres ha dicho que presentará un equipo cien por ciento mexicano para la temporada 2005 y la misma intención había con los Pericos de Puebla, sin embargo, su presidente, Samuel Lozano, señaló recientemente que su organización aún no está lista para tener un plantel competitivo que incluya exclusivamente a peloteros nacionales, aunque advirtió que quizá en 2006 o a más tardar en 2007, se va a cumplir el sueño del ingeniero Alejo Peralta.
Y vaya si los seguidores felinos fueron fieles, mientras la directiva mantuvo un plantel de mexicanos; en aquellos juegos era un deleite asistir al Parque Deportivo del Seguro Social y ser testigos de aquella ?Guerra Civil? frente a los Diablos Rojos del México. Los tiempos actuales son muy distintos y se antoja que es un gran riesgo el que toman los felinos, aunque el intento es digno de aplaudirse, por la evidente ventaja que el cuadro poblano dará al resto de sus rivales.
