La llegada de las fiestas navideñas invita a la reflexión sobre lo que se ha hecho y lo que falta por concretarse para ser seres humanos de provecho ante la sociedad; como aficionados al beisbol sólo queda desear a la gran familia del Rey de los Deportes en La Laguna, muchas alegrías y sobre todo salud, en compañía de sus seres más queridos.
En la hermosa labor de hablar sobre deportes, es grato encontrar personas como Jorge Luis Lechuga y Ramón Ortiz, hombres dedicados a su labor, siempre basados en el respeto absoluto al trabajo de los colegas y sobre todo, a quienes están pendientes de la noticia, ya sea a través de la prensa escrita o electrónica. Hace unos días, con motivo de un convivio en el Auditorio Municipal de Torreón, platicamos con Jorge Luis y Ramón, sólo para confirmar lo señalado líneas arriba.
A ambos colegas, lo mejor de lo mejor no sólo en estas fiestas, sino a lo largo de los 12 meses del año, y de seguir con esa política de respeto, siempre habrá un reconocimiento especial, porque cualquiera que sea el oficio de una persona, nunca debe olvidarse que atrás está un ser humano.
Ramón no es un gran aficionado al beisbol, pero con gran convicción sigue muy de cerca el trabajo de los jóvenes que tiene Santos Laguna en sus fuerzas básicas, y lo que este personaje hace en verdad es reconocido por cada uno de esos elementos, así como por quienes integran el cuerpo técnico. Con respeto al trabajo de sus semejantes, Ramón Ortiz mantiene su conducta fiel a lo que siente y en donde considera que su labor es valiosa para la organización santista, como lo hace Jorge Luis, fiel aficionado al beisbol.
No queda en el olvido la felicitación y los mejores deseos para todos los colegas, pero en esta ocasión se particulariza en el caso de dos personas profesionales, serias y respetuosas con las que sostuvimos una amena charla hace pocos días y en donde el tema central fue el deporte de La Laguna, tan necesitado de ayuda, tanto en su plano profesional como amateur. Jorge Luis y Ramón conocen la capacidad de trabajo que hay en mucha gente que aquí se dedica a la comunicación en el aspecto deportivo, aunque no se desempeñen en el medio que ambos representan.
También muy especial el saludo para Adolfo Fernández, gran aficionado e incansable impulsor del beisbol en La Laguna, desde una trinchera que tal vez no aparezca en escena, pero que juega un papel determinante como apoyo al Rey de los Deportes. Jorge Luis, Ramón y Adolfo entienden el significado de estas líneas y sabemos que están de acuerdo con el sentir aquí expresado.
En temas de la Liga Mexicana de Beisbol, ayer Roberto Mansur Galán, presidente ejecutivo de los Diablos Rojos del México, dijo tajantemente que la decisión de nacionalizar o no al equipo se tomará en enero de 2005, luego de hacer un análisis detallado del material humano que se tiene en las sucursales y del que Abelardo Vega ha estado muy al pendiente como manager de la organización escarlata en la recién finalizada Liga del Noroeste.
Para que los Diablos Rojos del México decidan jugar exclusivamente con peloteros nacionales en 2005, será determinante el punto de vista del manager y de acuerdo a lo señalado por Roberto Mansur, el estratega también será mexicano. Terminó entonces la corta aventura de Roberto Kelly y no olvidar el nombre del ?Cachorro? Abelardo Vega como posible timonel para 2005.
Cuando Diablos mandó a Bernie Tatis a los Leones de Yucatán, mucho se habló de Juan Navarrete para estar al frente de los escarlatas, aunque el de Gómez Palacio al parecer quedó descartado luego de la ruptura que hubo en su relación con los Olmecas de Tabasco. Para el lagunero todo fue distinto cuando Raúl González Rodríguez tomó la presidencia de la organización tabasqueña, luego de haber sido cesado como titular de la Liga Mexicana, aunque los directivos del circuito quisieron dar una salida digna al campeón olímpico de 50 kilómetros de caminata en Los Ángeles 1984.
Y a todo el personal de oficina que trabaja en Vaqueros Laguna, los mejores deseos de Navidad y Año Nuevo; a José Antonio Mansur Beltrán y sus Jéssicas; a Carlos Gómez del Campo, que desde la Ciudad de México está pendiente de todo; a Poncho Barrenechea y señora; a Luis Dovalina y familia; a Felipe Rodríguez y Gloria Álvarez, así como al personal que realiza funciones administrativas; para todos lo mejor de lo mejor y que 2005 sea un año pródigo en aspectos positivos.
