César Miguel contará con vigilancia especial para evitar que realiza un acto que atente contra su vida.
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- César Miguel Gómez Alonso de 20 años, alias “El Locotón”, presunto homicida de su madre, rindió su declaración ante el Ministerio Público de Torreón. Mediante un oficio de colaboración, las autoridades de Coahuila, abordaron al inculpado en las oficinas de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna de Durango. Ya se solicitó el arraigo para acabar de integrar la averiguación previa.
Interrogado en la coordinación de Servicios Periciales, César Miguel narraba de nuevo los hechos en que asesinó a su madre, Guadalupe Amalia Alonso Carranza, la noche del pasado seis de enero, en la colonia Fuentes del Sur, de Torreón.
Yolanda Esqueda Moreno, agente del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila, informó que la solicitud de arraigo se hará ante el juez penal en turno.
Asistido por el defensor de oficio de la Subprocuraduría, “El Locotón” rindió su declaración. “Con los indicios recabados en el lugar del crimen y los datos aportados por César Miguel vamos a consignar el caso pronto”, señaló Yolanda Esqueda.
Trastornado todavía por los efectos de la droga y el síndrome de abstinencia, el presunto asesino de su progenitora seguía con la versión de que alguien lo tenía embrujado y que “volviéndose loco”, ultimó a Guadalupe Amelia de 41 años, en el domicilio de ambos.
Al termino de la declaración, la agente del Ministerio Público aseguró que el inculpado contará con vigilancia especial las 24 horas, con el fin de evitar que realice un acto que atente contra su vida.
Como se informó en su oportunidad, el joven —adicto a la mariguana, cocaína y alcohol, integrante de la pandilla “Los 13” de la colonia Luis Echeverría en Torreón— fue detenido a las 14:30 horas del domingo 11 de enero, cuando merodeaba por las calles de la colonia El Campestre de Gómez Palacio.
Mortificado por el crimen cometido, César Miguel suplicaba que sus hermanos le dispararan y repetía que su madre le hacía brujerías y el día del homicidio alucinó, pensando que ella era un monstruo.
La representante social de Torreón informó que la occisa vivía en Cerrada San Rito No. 317 del citado sector habitacional, donde también habitaban dos de sus hijos: Manuel Alberto y César Miguel, ambos de apellidos Gómez Alonso, de 24 y 20 años respectivamente. Un tercero, de nombre José, reside en León, Guanajuato.
Por último se informó que con la respuesta favorable del juez penal en turno, César Miguel estará arraigado en un hotel de Torreón, hasta que termine la integración de la averiguación previa penal del primero homicidio del año, que ya fue esclarecido.
“Inconsciente”
“Mi hermano no estaba consciente de sus actos. Ya estaba mal desde antes y se buscaba ayuda para que se rehabilitara, pero desgraciadamente, demasiado tarde”. Éstas fueron las palabras de Manuel Alberto Gómez Alonso, cuando se refirió así de César Miguel luego de que éste reconoció haber dado muerte a la madre de ambos, el pasado seis de enero en la colonia Fuentes del Sur.
Con el gesto adusto y una profunda pena reflejada en sus ojos por el dolor de haber perdido a dos seres queridos de un solo golpe, José y Manuel Alberto se mostraron en un principio renuentes a hacer alguna declaración a la prensa, pero finalmente cedieron, a condición que no se les fotografiara.
“Mi mamá ya había hablado con un doctor sobre el caso de César, a quien se pondría en tratamiento para que se alejara de las drogas, pues andaba muy mal”, recordó Manuel Alberto.
“Hablaba y se reía solo, ya no tenía control de sí mismo, incluso decía que mamá lo tenía embrujado, pero la realidad es que se estaba envenenado con tanto vicio”, dijo.
“Siempre la quiso y tenemos la certeza de que si no hubiera andado bajo el influjo de los enervantes, no hubiera pasado lo que pasó, pero ya es demasiado tarde”, agregó José, que hasta entonces permanecía en silencio.
“El verdadero culpable de lo que sucedió no es César sino el Gobierno, que permite que se siga vendiendo droga en todos lados y no hace nada, pues quienes lo hacen, compran el silencio de los policías tal y como fue denunciado recientemente”, coincidieron ambos para concluir.