EFE
Sao Paulo, BRASIL.- Centenas de personas desfilaron ayer frente a la tumba del piloto brasileño Ayrton Senna, en el ?Cementerio do Morumbi?, en el sur de Sao Paulo, donde yace hace diez años.
Flores, emoción, fotografías y lágrimas abundaron ayer sobre el túmulo del piloto de Fórmula Uno, campeón de las temporadas de 1988, 1990 y 1991 y desde entonces mito del automovilismo mundial.
Senna murió hace diez años, cuando disputaba el circuito italiano de Imola, al chocar su monoplaza Williams a 300 kilómetros por hora en la curva de Tamburello.
Decenas de seguidores del brasileño formaron un círculo alrededor de la tumba y rezaron durante minutos.
Las manifestaciones de amor hacia el infortunado piloto continuaron en la tarde durante una misa multitudinaria oficiada por el sacerdote Marcelo Rossi en el barrio de Santo Amaro a pedido de un grupo de seguidores denominados ?Torcida Ayrton Senna? (TAS).