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MEXICO, DF.- Fue hace siete meses, el ocho de agosto de 2003, los hijos del portero Adolfo Ríos, quienes le pedían a su papá que se retirara para poder disfrutar de él, pues casi no lo veían... un deseo de todo corazón.
"Siempre está concentrado o entrenando. Lo veo muy poco. Y lo extraño mucho", decía Adolfo, de diez años, en cuarto año de primaria y con muchas ilusiones de que su padre dejara el futbol.
Estefanía, que ayer mismo cumplió ocho años, le ha pedido a su padre el retiro desde hace mucho: "Porque yo quiero estar con él todo el tiempo... Para que esté siempre conmigo..." Hoy, Adolfo Ríos confiesa que más que la edad o las lesiones, lo que lo motiva a decir adiós son precisamente sus hijos y su familia: "Es el momento de vivir con ellos cosas que nunca he disfrutado, como los cumpleaños de mis hijos, un Día del Padre, un Día del Niño. Hoy por ejemplo es cumpleaños de mi hija Estefanía y no puedo estar con ella. No quiero volver a perderme todo eso", comenta instantes después de anunciar que en breve se irá del futbol.
Y así será. Por fin.
De manera sorpresiva, el veterano portero del América externa su determinación de irse próximamente del balompié, en una fecha cercana que no quiso revelar: "Mi familia sabe la fecha, mis hijos están contentos, contando los días. Lo único que puedo decir es que falta poco tiempo. Lo vengo pensando de un año para acá".
Adolfo lleva siete semanas inactivo luego de ser operado de hemorroides, por lo que no ha podido estar bajo el arco americanista. Su más reciente partido fue en la fecha cuatro del actual torneo de Clausura 2004, en un empate 1-1 ante Tecos de la Autónoma de Guadalajara, el domingo ocho de febrero en el estadio "Tres de Marzo" de Zapopan.
En un principio, comenta, pensaba esperar al Mundial de Alemania 2006 para trabajar rumbo a esa justa y ver si era tomado en cuenta para la selección mexicana, "pero han pasado muchas cosas, no fue sólo eso (su reciente operación) por lo que decidí retirarme antes".
Prosigue: "Tengo años pensando este momento para hacerlo de una manera que no me afecte, para estar preparado. Cuando llegue lo voy a disfrutar y no precisamente llenando un estadio para hacerlo, sino compartiendo ese instante de mucha emoción con Dios, con mi familia y con mis compañeros para darle gracias a toda la gente por la oportunidad que me dio el futbol".
Según Ríos, "el futbol era una obsesión que convertí en egoísmo, pero en este tiempo he cambiado mucho. Antes mis prioridades eran Dios, el futbol y mi familia, pero ahora son Dios, mi familia y el futbol. Y me siento muy tranquilo. Me voy entero, satisfecho de cuanto hice en la cancha y en cada entrenamiento".
"Quiero una actividad en la que el tiempo principal se lo pueda dar a mis hijos, algo no tan absorbente como el futbol, que me dé la posibilidad de estar con los míos", dijo.
El arquero, de 37 años de edad, no buscará un partido de despedida "porque no me nace y porque ese será un momento muy privado en cuanto a lo sentimental".
Y muestra su satisfacción de que la portería del América quede resguardada por un novato de tantas facultades como Francisco Guillermo Ochoa, quien ha cubierto su ausencia con muchos méritos.
Adolfo Ríos, originario de Uruapan, Michoacán, debutó en Primera División el 11 de noviembre de 1985 con los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en un partido ante las Chivas Rayadas del Guadalajara, y ha militado en Veracruz, Necaxa y América.
