Buenos Aires, (EFE).- Un niño de nueve años que sufre el abandono de su familia sorprendió a la opinión pública al hurtar una camioneta y conducirla durante 25 kilómetros por una carretera con mucho tránsito en los alrededores de la ciudad argentina de Rufino.
"Parecía que el auto andaba solo, no se veía a nadie", dijeron testigos de lo sucedido citados por el diario "La Capital" de la ciudad de Rosario, vecina a Rufino, en el nordeste de Argentina.
El niño, identificado como "L" porque es menor de edad, condujo con bastante buen tino la camioneta que había hurtado a pesar de que "apenas llegaba con los pies a los pedales" del auto, señalaron otros testigos al periódico.
Después de conducir por una carretera repleta de camiones y otros vehículos, el chico perdió el control y dejó abandonada la camioneta con una rueda destrozada a un costado del sentido contrario de la senda de tránsito.
El accidente no involucró a ningún otro automóvil ni le causó daños al niño, que luego de ser acusado del hurto fue hallado por la policía en la casa de unos familiares.
"L" es un niño "gordito, no muy alto y muy despierto" que vive desde hace tiempo en la calle y se alimenta de lo que mendiga, según la descripción de los testigos y la policía de Rufino, a 400 kilómetros de Buenos Aires.
Portavoces de la fuerza de seguridad señalaron a "La Capital" que el niño no quiso cometer un delito sino llamar la atención de la sociedad ante su situación de abandono.
Explicaron que "L" ha sido víctima de malos tratos y golpes propinados por su padre, mientras que la madre lo abandonó a pesar de que un tribunal de menores le había ordenado hacerse cargo del niño, que finalmente fue entregado en guarda a sus abuelos.
Las fuentes policiales dijeron que "L" hurtó la camioneta aprovechando un descuido de su propietario, que había estacionado el vehículo frente un bar al que el chico había entrado a pedir comida.
Al parecer, el niño se apropió del vehículo para ir a la casa de unos parientes que podrían acogerlo, apuntaron.