Después de rendir a los soldados que vigilaban las instalaciones militares, los ladrones cargaron las armas en una furgoneta y huyeron con rumbo desconocido.
03 de mayo 2004.
Río de Janeiro, (EFE).- Un grupo de hombres armados asaltó en la madrugada de hoy un depósito de la Fuerza Aérea Brasileña en Río de Janeiro y se apoderó de 23 fusiles, una pistola, cargadores para fusil y diferente munición, informaron fuentes oficiales.
Los asaltantes rindieron con facilidad a dos soldados que vigilaban la puerta de las instalaciones militares y otros tres que se encargaban de la vigilancia interna, según un comunicado difundido por la Fuerza Aérea.
Después cargaron las armas del depósito en una furgoneta con insignias de las Fuerzas Armadas y huyeron con rumbo desconocido.
El asalto ocurrió un día después de la muerte de dos policías y dos vigilantes de un laboratorio oficial, en un ataque perpetrado por narcotraficantes en el mismo barrio y en momentos en que el Gobierno estudia enviar militares a Río de Janeiro para reforzar la seguridad en la segunda mayor ciudad brasileña.
La instalación asaltada, el Depósito de la Aeronáutica en Río de Janeiro, es utilizado por la Fuerza Aérea para almacenar provisiones antes de distribuirlas entre sus diferentes cuarteles.
La Aeronáutica informó en el comunicado de que ha abierto una investigación y que separó temporalmente de sus cargos a los directores del depósito.
El depósito está ubicado en la Avenida Brasil, la principal arteria vial de Río de Janeiro, y próximo al laboratorio donde el domingo un ataque de narcotraficantes dejó dos policías y dos vigilantes muertos.
Los robos y desvíos de armas de cuarteles militares en Río de Janeiro se han convertido en una nueva preocupación para las autoridades regionales, que se enfrentan a bandas de narcotraficantes poderosamente armadas.
La semana pasada, la misma Fuerza Aérea Brasileña abrió una investigación para verificar si pertenecían a esa institución 161 granadas halladas recientemente en un arsenal de un grupo de narcotraficantes de Río de Janeiro.
En agosto de 2002, un grupo de narcotraficantes invadió otro cuartel de la misma fuerza, burló a cerca de quince vigilantes y robó once fusiles y cinco pistolas.
El nuevo asalto ocurrió en momentos en que las autoridades regionales y el gobierno central de Brasil negocian la posibilidad de reforzar la seguridad de Río de Janeiro con militares.
La gobernadora de Río de Janeiro, Rosinha Matheus Garotinho, solicitó oficialmente que el Ejército envíe 4 mil soldados a la ciudad para que colaboren en la vigilancia de las regiones más violentas.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según versiones de prensa aún no confirmadas oficialmente, ya aceptó la petición y pidió que el Ministerio de Defensa coordine el envío de las tropas.
El comandante del Ejército, general Francisco Roberto de Albuquerque, dijo el domingo que mil 500 soldados especialmente entrenados para operar en conflictos urbanos están listos para actuar en Río de Janeiro cuando el Gobierno lo ordene.
Las disputas de las bandas criminales por el control de los puestos de venta de drogas en las favelas y los enfrentamientos de los narcotraficantes con la policía han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.